Nuestros aventureros estaban explorando las ruinas del viejo templo que ahora es la guarida de una organización de esclavistas, tal y como se relata aquí. ¿Cómo se desenvolverán en el recinto? ¿terminarán por ser descubiertos? Veamos que ocurre en un nuevo "Actual play" de nuestra campaña en Falcongrís.
Sesión 26
Tras pasar sin problemas la habitación de la Drosera gigante, el grupo tiene la opción de continuar por la izquierda, por la derecha o seguir avanzando. Prueban primero el pasillo de la izquierda. Termina pronto en una puerta en buen estado. Khazhak pega el oído y escucha el sonido apagado de unos caballos. Con delicadeza comienza a abrir la puerta para descubrir una especie de establo y un orco, que sentado sobre una bala de paja, le mira con curiosidad. No tarda en darse la alarma. En la habitación hay tres orcos más que cogen sus jabalinas y hachas de batalla y cargan contra la puerta. Khazhak ya se ha lanzado contra el orco que le descubrió y le hiere de gravedad. Jidra también se lanza al combate pronunciando el nombre de su dios. Los orcos los presionan contra la puerta, dejando a Volkas y Cedrick bloqueados en el pasillo de entrada. Sin embargo, Volkas consigue entonar un Dormir y el orco herido por Khazhak cae bajo el sueño mágico. Un nuevo orco ocupa su puesto, pero se ve estorbado por el cuerpo de su compañero. Las hachas de los orcos son verdaderamente peligrosas, como bien descubre Khazhak en sus propias carnes. Los compañeros se baten con destreza y Cedrick consigue unirse a Jidra para ayudarlo, sufriendo también la mordedura de las hachas orcas. Sin embargo, con las fuerzas igualadas, el combate comienza a decantarse del lado de los aventureros. No pasa mucho tiempo antes de que el último orco caiga abatido. En ese momento los aventureros atan al orco que aún duerme para interrogarlo, pero al despertar intenta gritar y lo silencian para siempre. Tras unos instantes asegurándose de que nadie viene, el grupo explora el establo. Hay dos caballos y un par de grandes puertas que dan al exterior. Todo parece indicar que los orcos estaban aquí montando guardia.
Los aventureros vuelven al cruce de pasillos, cuando escuchan el grito horrorizado de un hombre. Dura poco y termina en poco más que un estertor. Por la dirección del sonido parece que proviene del patio interior del templo. Han podido entreverlo a través de varios agujeros en las paredes durante su camino. Sin embargo, no hay ninguno de esos agujeros donde están ahora. Se dirigen entonces hacia su derecha, pues sería el camino lógico para acceder al patio. Para su consternación no parece tener salida. Solo algunas habitaciones vacías y unas escaleras que descienden y terminan ante un túnel de poca altura, solo apropiado para un enano o un mediano. Khazhak podría explorarlo, pero el resto del grupo no le acompañará y como el grito vino de este nivel, vuelven sobre sus pasos.
Dándose por vencidos, los aventureros vuelven otra vez al cruce de pasillos y toman el camino que les falta. No tardan en llegar hasta el final del pasillo, con puertas a ambos lados. Una de ellas les llama especialmente la atención, puesto que está cerrada con llave --la primera que encuentran cerrada--. Khazhak pega el oído a la otra puerta y escucha unos sonidos apagados. Con las armas listas abren las puertas y se dan de bruces con un grupo de dos orcos y dos humanos. El extraño grupo parece especialmente nervioso, y la habitación, que parece un pequeño almacén, está llena de amuletos de varias religiones colgando de las paredes. De nuevo se produce un combate violento con Khazhak y Jidra en primera línea, mientras Volkas y Cedrick apoyan desde atrás. Los humanos caen pronto presa de los conjuros de Dormir, y los orcos le siguen después. Aunque victoriosos, los aventureros han sufrido no pocas heridas. Volkas utiliza Identificar para averiguar que la poción encontrada en la guarida de los necrófagos es una poción de curación. Una vez se han recuperado un poco de sus heridas, explorar la habitación, que tiene una salida en la pared opuesta a la de su entrada. Esa puerta da nuevamente a los exteriores del templo. Parece que se toparon con otro grupo de vigilantes. Volkas registra a los caídos y encuentra entre las ropas de los humanos un símbolo bordado, una especie de ojo en llamas que ninguno es capaz de reconocer.
Vuelven entonces su pasos hacia la puerta cerrada con llave. Fuerzan la cerradura y descubren lo que parece ser un cementerio interior, actualmente presa de la vegetación. Tras llegar a la conclusión de que el los orcos y los humanos debían estar asustados de lo que sea que hay en su interior, deciden no explorarlo. Parece que se les han acabado los caminos para seguir avanzando por el templo. Pero Volkas recuerda que cerca de la entrada que han usado para acceder al templo hay otro pasillo que no han explorado por lo que deciden volver para echar un vistazo.
El grupo sale por el establo y recorriendo la pared exterior, pues recuerdan que los esqueletos vigilaban hacia el interior del templo y no hacia el exterior, vuelven hasta la puerta secreta que utilizaron para acceder al templo por primera vez. Lamentablemente ese pasillo también parece una vía muerta, pues termina en una habitación vacía y derruida cuya pared este ha sido restaurada. El tiempo pasa y nuestros aventureros aún no han encontrado lo que buscan ...