sábado, 27 de marzo de 2021

Los Valientes de Volkas 68

Los Valientes de Volkas se infiltran en la mansión de los Eiservs. Para bien o para mal nuestros aventureros llegan al punto culminante de sus andanzas por la Infraoscuridad. Veamos si son capaces de salir con buen pie de todo esto.

En la tela de araña

El silencio imperaba en la mansión mientras los Valientes de Volkas continuaban avanzando por sus estancias. Desde la cocina se movieron al gran salón, una estancia de techo alto dónde solo unas horas antes se daban cita los miembros más importantes de los Eiserv. Pese al silencio, todos tenían claro que más allá había múltiples puestos de vigilancia. Si seguían explorando la mansión de aquella forma sería cuestión de tiempo que los acabaran descubriendo. Por eso ser Ushan se ofreció para avanzar en solitario junto a "cenizas", invisible eso sí.

Volkas lanzó el conjuro y nuestro aguerrido marinero se lanzó al pasillo. No tardó en descubrir varios puestos de vigilancia. Tal y como sospechaban, ese camino estaba vedado. Pero no todo estaba perdido, gracias a cenizas ser Ushan comprobó que se oían voces en el estudio de Eclavdra. Lo más probable es que la tablilla suelia estuviera allí mismo, y además aquella estancia parecía contigua a la despensa.

Ser Ushan regresó junto a sus compañeros portando toda aquella información y un plan de acción comenzó a tomar forma. Mylon abriría una puerta en el muro de la despensa y Volkas bloquearía la puerta del estudio mediante un muro. Desde ese momento quedaría en manos de Delar y ser Ushan el terminar el trabajo. Y así lo hicieron.

Nada más entrar en la estancia vieron que Eclavdra no estaba a solas. Mylon se ocupó de la situación con uno de sus Destierros y se encargó de que el acompañante de la elfa desapareciera. Delar se lanzó entonces con la maza que les dieran los Despana e impactó en el pecho de la matriarca drow. Una horrible mancha necrosante se expandió por la piel de Eclavdra que se estremecía y gritaba de dolor. Ante la mirada horrorizada de nuestros aventureros la carne de Eclavdra pareció darse la vuelta mientras su forma colapsaba en una especie de huevo de carne palpitante.

Unos instantes después eclosionaba en una nueva forma, la de un torso de mujer sostenido por el abdomen de una araña gigante. Los Despana les habían engañado y ahora se enfrentaban a una draña, una criatura de pesadilla. Pero nuestros aventureros consiguieron mantener la calma y se lanzaron de nuevo al combate. El muro mágico ya no bloqueaba la puerta, pero los guardias estaban paralizados ante la nueva imagen de su matriarca.

Y entonces el aire se volvió denso. Los símbolos tentaculares que adornaban las paredes de la estancia se retiraron de una de las esquinas superiores, y de allí surgió un chorro de pura energía negra, como hebras de una telaraña que impactaron en Eclavdra y la succionaron hacia aquel vórtice de pura maldad. Los gritos de la draña congelaron en sus sitios a los guardias, mientras los Valientes de Volkas arramblaban con la tablilla y varios documentos de la mesa de trabajo de Eclavdra y salían de allí a otra prisa por una nueva puerta abierta en la pared.

La invisibilidad y un nuevo conjuro de Volar terminarían por sacar a nuestros aventureros de la gran bóveda drow. Era la hora de volver a casa.


El camino de vuelta les llevó varios días. Sin duda una conmoción recorría la Infraoscuridad. Quizás un cambio en el equilibrio de poderes debido a sus acciones. No se quedarían a averiguarlo. Ya en la superficie utilizaron la bola de cristal para contactar con Mordenkainen y su alfombra mágica los sacó de allí.

Mordenkainen les puso al día. Los gigantes se habían adueñado de algunas tierras bajas y el duque de Geoff planeaba darles como baronía precisamente tierras ocupadas, con la esperanza de que los aventureros las liberasen. Los Valientes de Volkas no estaban muy interesados en aquella nueva propuesta así que Mordenkainen, reconociendo el gran sacrificio y riesgo corridos, les pagó 10.000 monedas de oro y les consiguió la ciudadanía en la ciudad libre de Falcongrís. Eso sí, les reclamó que la Llave de Istus le fuera devuelta, canjeándola por su alfombra mágica. Por último les tradujo la tablilla y les agradeció toda la documentación que le habían llevado. Así llegaron a la conclusión de que la llave para liberar al Dios Elemental Ancestral se escondía precisamente en el plano donde habitaba Lolth.

Tras reponerse durante un par de días, nuestros aventureros agradecieron poder regresar a Falcongrís. Mylon donó buena parte de sus ganancias al templo de Pelor, mientras Volkas adquiría una pequeña casa en el barrio del arrabal, cerca ya de la avenida de la procesionaria. Ser Ushan se unió al grupo como nuevo miembro de pleno derecho, mientras Delar usaba parte de sus ganancias para ampliar la casa de Volkas y hacerse con una habitación privada.

Con todos sus asuntos en regla, los Valientes de Volkas se dispusieron a tomarse un par de meses de descanso, sabiendo que tarde o temprano volverían a sentir la llamada de la aventura. Quizás Otiluke pudiera ayudarles con eso...

viernes, 26 de marzo de 2021

Aventureros de la Marca 16

En nuestra última sesión dejamos a los Herederos de Uztum a punto de meterse en serios problemas ¡y tan serios!

La caída de Tulin

Los trozos de la puerta marcada por el aspa roja alfombraban el suelo ante nuestros aventureros. La tonadilla sonaba cada vez más dulce y más fuerte. Antes de que pudieran reaccionar, una horrible arpía descendió hasta ellos amparada por las sombras del techo.


Barfin era inmune a su hechizo pero observó con estupor como Gladio y Albarad caían presas del canto de la criatura. Con la ayuda de sus dos nuevos aliados cargó contra Tulin y Einar. Barfin decidió interpretar el papel de hechizado, esperando que la arpía no supiera que los elfos eran inmunes y así poder acercarse a ella. Pero antes de que pudiera llevar a cabo su plan, la arpía hundió las garras en el pecho de Tulin, que pese a defenderse con bravura, no pudo evitar caer ante aquel ataque más el envite de la maza de Gladio.

Einar no se dio cuenta de que Barfin estaba interpretando, y pensando que todos le atacarían a continuación, salió de la habitación tratando de atraer a alguno de sus compañeros hasta el cercano lago de aguas cristalinas. Tal vez si podía empujarles a las frías aguas se rompiera el hechizo. Albarad picó y dio con sus huesos en el lago. Lamentablemente eso no bastó para romper el encantamiento, y lo que es peor, mientras trataba de salir del agua casi se ve devorado por un enorme cocodrilo. Einar perdía así toda oportunidad de recuperar a su amigo. La única opción era terminar con aquella monstruosidad alada.

Mientras tanto la arpía había cogido el cuerpo de Tulin y comenzaba a despegar. Barfin no podía esperar más. Gladio aún era un peligro pero la vida del enano pendía de un fino hilo. Barfin agarró su lanza y usó todas sus fuerzas para proyectarla hacía la criatura... y falló.

La arpía y Tulin se perdieron entre las sombras justo cuando Einar hacía de nuevo acto de presencia. No se lo pensó dos veces y se lanzó hacia la pared escalándola con facilidad. Mientras tanto Barfin mantuvo a distancia tanto a Albarad como a Gladio.

La arpía, sintiéndose segura en su cubil, no vio venir el hacha del bárbaro. Con su muerte se rompió el hechizo que atenazaba tanto a Gladio como a Albarad. Todo había terminado, aunque era demasiado tarde para Tulin. El bravo enano había partido hacía los salones de sus ancestros y estaba más allá de los poderes de curación del clérigo. El grupo encontró varias gemas en la guarida de la arpía, una flaca recompensa considerando el alto coste pagado. Con gran consternación bajaron el cuerpo de su amigo a la sala y lo cubrieron con su manta. Escalaron de nuevo la pared y se hicieron fuertes en el nido de la arpía. Necesitaban algo de descanso antes de llorar a su compañero y darle la sepultura que se merecía.

Sin embargo, y tras un sueño poco reparador, nuestros aventureros descubrieron con horror que el cuerpo había desaparecido y un fuerte olor nauseabundo pero familiar flotaba en el ambiente...


viernes, 19 de marzo de 2021

Aventureros de la Marca 14 y 15

 En el interior de los pantanos al norte de Orlán, los Herederos de Uztum continúan con la exploración del complejo subterráneo relacionado con las desapariciones de los aldeanos. ¿Serán capaces de averiguar quién está detrás de los raptos?

Caminando en la oscuridad

Tras unos instantes en silencio, nadie más acudió a la entrada por lo que nuestros aventureros asumieron que no se había dado la alarma. Dirigidos por Tulin, avanzaron hacia el este. Descartaron explorar un largo pasillo que mostraba varias puertas a ambos lados, solo para detenerse ante una mancha gelatinosa que cubría el camino por el que avanzaban. Algún sexto sentido previno a Albarad contra aquello, así que nuestro explorador avanzó con cuidado y hundió la punta de su espada en la sustancia. Un fuerte siseo y un humo fino terminaron por corroborar el pálpito del aventurero. Retiró el arma rápidamente solo para encontrarse con un tentáculo gelatinoso que salió disparado contra él. Albarad gritó hacia sus compañeros, necesitaban fuego. Si no estaba equivocado se estaban enfrentando a un cieno gris. Lamentablemente todo ese ruido no pasó desapercibido y unos cuantos guardias emergieron por el pasillo que habían dejado un poco más atrás. Sin tiempo para reaccionar, los Herederos de Uztum se veían otra vez abocados al combate.



Pero a fuerza de enfrentamientos, el grupo cada vez se coordinaba mejor, y tras despachar al cieno quemándolo con una antorcha, pudieron concentrarse en los guardias. Estos poco pudieron hacer ante las acometidas de Einar y Tulin, convenientemente respaldados por Barfin y Albarad. No sería aquel su último enfrentamiento, pues tras remendar sus heridas y descansar en un almacén del complejo, terminarían enfrentándose a nuevos guardias, quizás los cabecillas.

Einar estaba convencido de que aquel complejo ciertamente albergaba la banda tras los problemas de Orlán, así que había que seguir avanzando. Por si no estuvieran suficientemente convencidos, al poco llegaban hasta una gran sala cubierta por el agua llena de huesos humanos. ¿Cuántos de los desdichados desaparecidos de Orlán habría terminado allí? Aquello no parecía ser la obra de un simple grupo de bandidos, debía haber algo más.

Y así nuestros aventureros continuaron explorando aquel complejo maldito, esquivando un gran lago de aguas cristalinas a través de pasillos circundantes solo para terminar ante una puerta marcada con una gran aspa de pintura roja. Aquella aspa no amilanó a nuestros aventureros que la echaron abajo. Así llegaron a una gran sala de altos pilares cuyo techo apenas era posible discernir. La sala parecía vacía, pero pronto se dieron cuenta de que no estaban solos, una suave melodía descendió desde las alturas para envolver a nuestros aventureros y arrullarlos. Aunque suave y relajarte, solo anunciaba problemas...


domingo, 14 de marzo de 2021

Los Valientes de Volkas 67

Continuamos con las peripecias de nuestro grupo de aventureros más longevo. Atrapados en la telaraña de Erelhei-Cinlu, luchan por salir con vida y obtener información de quién está detrás de las incursiones de los gigantes en Geoff.

Durmiendo con su peor enemigo

Mylon tenía claro que solo había una respuesta posible al ofrecimiento de los Despana. El resto del grupo, no sin algún que otro suspiro de resignación, siguió al clérigo de Pelor aceptando el trato que se les ofrecía. Al día siguiente los Despana apresarían a cuatro soldados de bajo rango de la casa Eiserv y mediante la hechicería alterarían las facciones de nuestros aventureros para poder introducirlos en la hacienda de Eclavdra.

El plan se puso en marcha sin demasiados contratiempos. Los Despana aparecieron con los cuatro cuerpos y al poco el grupo lucía como auténticos drow. Además les entregaron unos broches mágicos con 10 cargas cada uno para poder invocar el conjuro de Compresión idiomática, sin duda una pieza clave del disfraz. Solo faltaba tener acceso a los conocimiento que pudieran ser relevantes sobre la hacienda y sus quehaceres en ella. Lamentablemente los Despana no podían proporcionar esa información, pero podían probar a transferir los recuerdos de los guardias drow capturados. Sin embargo era un proceso muy peligroso que podía acabar en la locura más absoluta para el receptor. Solo Volkas estuvo dispuesto a correr el riesgo, y al menos esta vez, la jugada le salió bien.

De esta forma supieron que el disfraz de Volkas correspondía a un elfo llamado Durian, Delar debería interpretar a Malian, Cylon respondería como Gatalón y ser Ushan como Ergan. También supieron que habían sido enviados a la ciudad a recabar rumores e información que pudieran ser relevante para los Eiserv.

Antes de despedirse y dirigirse a la ciudad, los Despana les entregaron una maza mágica que debía utilizarse para acabar con Eclavdra, que ya se encargarían ellos de decir que había sido sustraída del templo de Lolth. Y a ciencia cierta que los Despana no pedieron el tiempo difundiendo tal rumor, pues los Valientes de Volkas lo escucharlo ese mismo día en varios puntos de la ciudad. También se había difundido el ataque de un grupo de forasteros a un puesto de vigilancia en los exteriores de la gran bóveda drow. No contentos con eso, nuestro grupo aún tuvo tiempo para hacer algunas averiguaciones adicionales hasta dar con Jirmelle, que junto a sus compañeros, se guarecían en una posada del gueto de los extranjeros. Eran buenas noticias, pues de haber permanecido en la hacienda de los Eiservs bien podría haberse convertido en un problema.

Varias horas después los cuatro guardias drow regresaban a sus barracones. Todo parecía marchar según el plan. Decidieron esperar un par de horas para asegurarse de que los nobles de la casa ya habían cenado, aumentando las posibilidades de que la planta inferior estuviera poco transitada. Y así nuestro grupo se escabulló hacia el interior de la mansión principal a través de la cocina. Ahora comenzaba la parte más peligrosa...

domingo, 7 de marzo de 2021

Los Valientes de Volkas 66

Tras ver como Jirmelle, la seguidora de Graz'zt, llegaba a la hacienda Eiserv, los Valientes de Volkas tenían que actuar rápido si querían saber algo más de lo que se estaba cociendo en la gran bóveda drow.

Alas demoniacas

A esas alturas no era descabellado pensar que Jirmelle se estuviera entrevistando con la mismísima Eclavdra. Lo que allí se dijese bien podía aportar suficiente información para detener las invasiones de los gigantes en la superficie. Mylon tenía recursos mágicos para observar dicha entrevista, aunque eran muy arriesgados. Tras meditarlo unos instantes, todos estuvieron de acuerdo en intentarlo. Apelando a la gracia de Pelor, Mylon lanzó su Escudriñamiento... y falló. Jirmelle se dio cuenta en ese mismo instante de lo que ocurría y la posición de nuestros aventureros quedó claramente al descubierto. Tocaba poner pies en polvorosa.

Volkas lanzó su Volar, que junto a Invisibilidad debía permitir al grupo escapar de la parte alta de la bóveda. Pero para consternación del grupo, tres horribles demonios alzaron el vuelo desde la hacienda. Ya los habían visto con anterioridad, cuerpos bulbosos con alas correosas y cabezas parecidas a las de los buitres. Lo peor era que parecían ser capaces de verles a través de la invisibilidad. Se iniciaba así una carrera por escapar de aquellos seres.

Sabiendo que era cuestión de tiempo, los Valientes de Volkas volaron hacia uno de aquellos bosques de grandes setas para preparar el encuentro. Las criaturas llegaron al poco, pisándoles los talones. Mylon recibió a uno de ellos con su Destierro. Mientras Ushan y Delar se lanzaban al combate.  Aquellas criaturas eran en verdad temibles: lanzaban esporas venosas, eran inmunes al fuego de Cenizas y no parecían capaces de sentir ningún miedo. Solo Vengadora, la espada de la ley de ser Ushan, parecía disfrutar con la situación. Pero nuestros aventureros no habían hecho todo aquel camino para caer ahora ante aquellas criaturas. La espada de ser Ushan y el acero de Delar acabaron por imponerse, no sin la inestimable ayuda de la magia de Volkas y de Mylon.

Lo Valientes de Volkas se enfrentan a los Vrok.

Bien sabían que lo peor no había pasado. De hecho Mylon probó nuevamente a espiar a sus enemigos, solo para percatarse de que Jirmelle se preparaba para hacer lo propio. Intentaron sacar provecho de la situación, indicando a las claras que su plan era salir de aquel lugar maldito lo antes posible. Después dispersaron toda la magia en la zona y se refugiaron en un semiplano creado por el Truco de la cuerda. Ningún Escudriñamiento los encontraría allí.

Era hora de planificar con cuidado su siguiente paso. Sabían que la situación en la ciudad era como un polvorín, con dos bandos claramente enfrentados. Quizás pudieran aprovecharlo a su favor si conseguían hablar con la casa Despana. Mylon probó a conversar mágicamente con Mordenkainen, que los animó a que intentarán explorar aquella posibilidad por remota que fuese. Bastante contrariados por la respuesta del archimago, el grupo contactó a continuación con el ilícido, quizás él pudiera pasarles un mensaje a los Despana. Y al menos en esta ocasión no fue un completo fracaso. Ya que Oolachrithon les reveló que Jenie, una de las mozas del Hongo Coronado, trabaja como espía para ellos.

A la mañana siguiente, los Valientes de Volkas se entrevistaban con una enviada de los Despana en una de las haciendas que salpicaban la parte baja de la bóveda de los drow. Los Despana estaban más que a favor de que un grupo de aventureros del exterior tratasen de eliminar a Eclavdra. Una familia drow jamás se enfrentaría abiertamente a otra, pero un asesinato perpetrado por extranjeros era otro cantar... Los Despana les proporcionarían ayuda mágica para que pudieran adoptar la forma de unos guardias de los Eiserv, e incluso les proporcionarían un arma especialmente pensada para la matriarca díscola. Eso sí, tendrían que hacer correr el rumor de que el arma había sido robada del templo de Lolth. Ya se sabe, cosas de los drow. También se ofrecían a proporcionar una forma de abandonar la infraoscuridad tras realizar el encargo.

Nuestros aventureros pidieron una horas para poder pensarlo, estaba claro que si seguían adelante se meterían en la boca del lobo, pero quién dijo que la vida del aventurero era fácil...

 

jueves, 4 de marzo de 2021

Aventureros de la Marca 12 y 13

Los Herederos de Uztum han llegado a Orlán a petición del duque Valarión. Y no han tardado mucho en comprobar que algo huele a podrido. ¿Habrán sabido lidiar con la insidiosa sombra que se cierne sobre la villa?

Una madriguera de conejo

Nuestros aventureros tenían varias pistas que podían seguir. Tras meditarlo unos instantes, decidieron tratar de entrevistarse con Ramne el eremita. Por suerte su choza se emplazaba muy cerca de la posada de la Serpiente Perezosa, así que aprovechando que ya estaba anocheciendo, se presentaron en el local como quien no quiere la cosa.

El ambiente desde luego era diferente al del Grano Dorado. Mucho más acogedor. Pero nuestros aventureros no habían hecho un largo camino solo para tomarse unas cervezas y hablar del tiempo con los lugareños. En cuanto terminó de caer la noche, y con el pretexto de volver a sus supuestas habitaciones en la otra posada, abandonaron el local y se internaron en la pinada cercana.

No les costó mucho encontrar la cabaña de Ramne. El eremita parecía vivir solo acompañado por su fiel mascota Wiskas, una comadreja de olfato muy fino. El grupo superó las suspicacias del anciano al entregarle una nota escrita por los elfos amigos de Zakarias y por la propia presencia de un elfo entre sus filas. Ramne procedió entonces a corroborar y ampliar la información que nuestros aventureros habían obtenido hasta ese momento:

  • Lo que fuera que estaba sucediendo empezó hacía un año.
  • Ramne estaba convencido de que se estaba usando algún tipo de control mental o sugestión con los habitantes del pueblo.
  • La posada de la Taza Humeante fue uno de los primeros sitios "atacados" y las cosas no debieron salir muy bien.
  • Los clérigos de Mikka debieron de ser de los primeros convertidos.
  • Es posible que la banda o secta que estuviese actuando en el pueblo raptase a habitantes de la villa, y tras llevarlos primero al templo, luego los llevase hasta alguna otra localización para llevar a cabo el acondicionamiento.
  • Si el grupo podía conseguir un rastro oloroso importante, Wiskas podría ser capaz de encontrar esa otra base de operaciones.
  • El herrero, el alguacil, y la gente entorno a la posada del Grano Dorado casi seguro que estaban bajo el influjo de los controladores.
No queriendo perder tiempo, nuestros aventureros se marcharon a explorar las ruinas de la Taza Humeante esa misma noche. De camino, Einar acertó a ver un grupo de personas que salían del templo y se dirigía hacia las calles de Orlán. Incluso llegó a vislumbrar que dos de las tres figuras caminaban de forma encorvada y extraña. Otro misterio que sumar a los que ya tenían en su lista.

Sin más contratiempos llegaron hasta su objetivo. No les costó encontrar una forma de entrar al interior a través de un par de tablones sueltos. Los estragos de un gran incendio se hicieron evidentes, y si bien las paredes exteriores y el armazón principal se mantenían en pie, toda la segunda planta y el techo se habían desplomado. Una rápida exploración reveló unas escaleras de piedra que descendían hacia el sótano. 

Barfin se ofreció a encabezar la marcha y comenzó el descenso. Una maza se estrelló contra su cabeza y lo dejó moribundo justo cuando llegaba al subsuelo. Una bocanada de un terrible olor agrio salió al encuentro del resto del grupo. Los causantes de aquello no se hicieron esperar, y cuatro hombres-saurio cargaron escaleras arriba. Nuestros aventureros reaccionaron con rapidez, la vida de Barfin dependía de ello. Las toscas armas de los saurios se midieron contra el acero de los Herederos de Uztum, y aunque durante unos instantes el resultado se antojó incierto, la mejor disposición del grupo, situado en una posición elevada, terminó por decantar el combate a su favor. Con los ecos de la lucha aún apagándose, y con Barfin ya de vuelta de las garras de la muerte, Albarad reconoció a las criaturas como "trogloditas", una especie de hombres-saurio que solían habitar en pantanos y cuevas húmedas. Quizás alguna de estas criaturas correspondía a las que Einar había visto abandonando el templo.

La exploración del sótano propició que el grupo encontrara algunas monedas de oro y un cofre lleno de ropa ¿Podría tratarse de las pertenencias de los habitantes raptados? Si era así, quizás quedasen en ellas una impronta suficiente para que la comadreja de Ramne pudiera seguir el rastro. Por si acaso se llevaron también algo de la ropa de los hombre-saurio. Ya de vuelta en la cabaña de Ramne, el grupo se rindió a su propio cansancio y se permitió relajarse por primera vez desde su llegada. Aquél había sido sin duda un día muy largo.

A la mañana siguiente Wiskas encontró con facilidad un rastro a partir de la ropa de los hombres-saurio. Dicho rastro conducía claramente hacia el norte, hacia los pantanos y el territorio de los trasgos. Los Herederos de Uztum estaban más que contentos de abandonar Orlán. Mejor una buena pelea de cara que enfrentarse a un grupo de aldeanos taimados y manipuladores. Un día y medio después, nuestros aventureros llegaban hasta una gran boca de lobo que se abría hacia las profundidades de la tierra, en todo el centro del pantano. Sin duda era una construcción artificial, como ponía de manifiesto la presencia de unas escaleras toscas que facilitaban el descenso.

Una vez más Barfin abrió la marcha, solo para resbalar en aquellos traicioneros escalones. Cayó hecho un ovillo hasta el fondo, donde unos guardias armados con lanzas estaban esperándolo. De nuevo nuestro elfo resultaba gravemente herido, aunque esta vez pudo revolverse contra sus atacantes y devolver los golpes. Incluso fue capaz de escapar escaleras arriba, hasta encontrarse con el resto del grupo, quienes recordaron bien las lecciones del combate contra los saurios y mantuvieron su posición en el exterior. Solo les quedaba esperar a que fueran sus enemigos los que envalentonados por su éxito contra Barfin, cargaran. La táctica funcionó de nuevo a la perfección y tras un rápido intercambio de golpes, los guardias yacían en el suelo totalmente derrotados.

¿Habría alertado el ruido del combate a otros moradores del lugar? Pronto lo averiguarían...