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viernes, 5 de junio de 2020

Los vengadores de Boccob 39 y 40

Continuamos con las andanzas de los Vengadores de Boccob. La última vez los dejamos algo tocados tras un enfrentamiento "fortuito" con un grupo de ogros. Si bien eso no les hizo desistir de su intención de explorar la barbacana del foso, un posible puesto avanzado de los seguidores del templo del mal elemental.

En la boca del lobo


El grupo abandonó a toda prisa el lugar del enfrentamiento con los ogros. Uno de ellos, transformado por Galiard en ratón, había logrado huir. Los efectos del hechizo pasarían en menos de una hora y quizás volviese con refuerzos. Un poco de descanso y las atenciones del clérigo de San Curthbert lograron que el grupo recobrara el ánimo y volviera sobre sus pasos a la mañana siguiente.

Sin embargo pronto quedaría claro que el enfrentamiento de la noche anterior solo había sido un calentamiento. Tras explorar el perímetro exterior, Markus encontró una posible vía de entrada a través de un derrumbe en la muralla oeste. Sin embargo esa vía requeriría de cruzar las aguas revueltas del río, y nuestros aventureros no estaban por la labor. Decidieron por tanto acercarse a la puerta de entrada, donde una pasarela de madera prometía un paso seco. Fue entonces cuando un terrible racimo de tentáculos emergió de las aguas cercanas y apresó a Galiard.



Los vengadores se lanzaron contra criatura para intentar salvar a su amigo, pero no lo lograron antes de que Galiard sintiera bien de cerca el terrible hedor de la boca de aquella abominación, que terminó por herir de gravedad al mago. El grupo decidió entonces que la mejor opción era huir, escapando a toda prisa hacia el interior de las ruinas.

Finan tuvo que recurrir una vez más a sus dotes como curandero, mientras Markus certificaba que el recinto presentaba rastros de humanos y de algún otro tipo de criatura. Sin embargo el grupo no encontró nada más que una araña gigante y una terrible serpiente. Por lo demás el lugar parecía desierto. Cierto es que un grupo de al menos ocho personas parecían haber huido hacía bien poco del lugar cargando con un pesado cofre. ¿Cuál habría sido la razón de aquella huida?

No había tiempo para resolver la cuestión en aquel momento, su misión principal era encontrar al grupo de aventureros de los Puños de la Frontera y a los habitantes de Hommlet que habían sido secuestrados. Por eso el grupo continuó con la exploración del lugar, desmontando una barricada y bajando por unas angostas escaleras hacía los sótanos del lugar.

Así llegaron hasta una amplia cámara de columnas que se abría a una sala de torturas. Y allí fue donde lamentablemente lograron parte de su misión, al dar con los aventureros conocidos como los Puños de la Frontera, convertidos en zombis. No fue un trabajo grato, pero los Vengadores les dieron la paz definitiva y los libraron de su condición de muertos vivientes.

Los recursos del grupo no paraban de menguar, sobretodo las capacidades mágicas tanto de Galiard como de Finan. Este aspecto se mostraría crucial un poco después, al explorar otra cámara no muy lejana donde fueron asaltados por dos terribles ogros que mostraban los mismos tatuajes que los del grupo de la noche anterior. ¿Sería alguno de ellos el que sobrevivió al enfrentamiento?

En esta ocasión el grupo delegó casi al completo en Markus y Juku, que lidiaron con aquellos enemigos con gran aplomo (y no sin sufrir algún que otro golpe de importancia). Al menos aquel enfrentamiento les permitió ganar una información importante, pues en una habitación utilizada por los ogros como despensa dieron con Elmo, el explorador de Hommlet que acompañara a los desdichados aventureros de los Puños de la Frontera. De él pudieron saber:
  • Que el grupo había caído al ser atacado por el guardián tentaculado del foso.
  • Que en verdad él era un servidor del vizconde de Verbobonc que solo utilizaba la fachada de borracho para no levantar suspicacias.
  • Que en Hommlet había espías del templo, pues cuando los apresaron a él lo desahuciaron precisamente por su fama de borracho.
  • Que el grupo de los Puños había sido torturado por un clérigo malvado llamado Lareth.
  • Que Esmeralda y otros secuestrados habían sido enviados al templo (o a Nulb, no podía especificarlo) para ser vendidos como esclavos.
  • Que el templo trabajaba con una red esclavista a quienes vendían las personas secuestradas a cambio de dinero y posiblemente enseres para armarse. El templo había estado trabajando en la zona de la ciudad libre de Falcongrís, pero la red había sido descubierta y desarticulada y por eso se habían vuelto más activos en la zona de Verbobonc, pese a que eso estableciera a las claras que los seguidores del templo habían vuelto.
Sin duda era una información muy valiosa y copiosa, solo faltaba decidir que hacer con ella...



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