Tras los sucesos de la última sesión, los Valientes de Volkas recorren de nuevo las calles de Falcongrís con nuevos miembros entre sus filas. La caída de Khazhak y Cedrick ha sido un duro golpe, pero el grupo debe pasar hoja, sobretodo porque la última misión fue también una ruina a nivel económico.
Sesión 28
Tras hablar con Luel, el grupo decide que adentrarse en el Pantano Brumoso tras la mítica ciudad de Rappan Athuk es demasiado peligroso. En vez de eso piensan que ha llegado el momento de volver a las estancias de Zelligar y Rogahn. La última vez tuvieron que salir huyendo tras toparse con una sombra, y tienen la impresión de que dejaron tesoros sin descubrir a sus espaldas. Sobretodo Volkas el mago, que sueña con todo el equipamiento del laboratorio de Zelligar que podría ser suyo.
Antes de partir visitan otra vez más a Luel, la acólita de Baccob que trabaja en la biblioteca de la ciudad. Con su ayuda obtienen información sobre las sombras, averiguando que son muertos vivientes especialmente sensibles a los ataques de luz mágica. Por si esto no fuera poco, también pasan por el gremio de mercenarios y contratan a un nuevo asistente llamado Raon.
Tras terminar con los preparativos, el grupo parte hacia la hacienda de Bulbar Dreen, el vinatero al que ayudaron hace unos meses. Apenas a medio día de la entrada a los salones de Zelligar y Rogahn, nuestros aventureros se detienen a disfrutan del vino del bueno de Bulbar. Durante la charla, le preguntan por los últimos sucesos en la zona, y este les cuenta que más al sur se han visto partidas de gnolls que han atacado varias haciendas. Un hecho realmente preocupante que no había ocurrido nunca, pues los puestos de vigilancia de Falcongrís y la presencia de los asentamientos enanos en el sur siempre habían evitado este tipo de peligros. Bulbar solo espera que si las partidas gnoll siguen avanzando hacia el norte lo hagan mientras el grupo de aventureros está por la zona.
Con las noticias de Bulbar muy presentes, el grupo continua su viaje hacia las colinas cercanas. No tardan en encontrar las cuevas que sirven de acceso. Al llegar a la puerta secreta de entrada a los salones se encuentran con que la puerta ha sido destruida y con las cenizas del cuerpo de un orco. Sin duda la estancias de Zelligar y Rogahn han recibido otras visitas mientras han estado fuera. Delar explora la entrada y determina que unos seis orcos han pasado por allí. También cree que iban acompañados por otra criatura, aunque sus pisadas no están claras y no puede ser más preciso. Nadie dijo que fuera a ser fácil.
Nuestros aventureros comienzan a avanzar por el largo pasillo de la entrada. Al poco aparece la ilusión mágica ya habitual de dos grandes caras intentando asustar a los visitantes. El grupo se ha olvidado de su presencia, y ahora es probable que las voces de la ilusión hayan alertado a lo que sea que mora en el lugar. Tras el traspiés los Valientes de Volkas continúan avanzando hasta la sala central al final del pasillo. El cuerpo del gran ciempiés con el que se enfrentaron allí ha desaparecido por completo, pero para su consternación ha sido sustituido por el cuerpo de un enano crucificado. Una de las paredes muestra varias pintadas alabando a Gruumsh, el terrible dios de la conquista orco. ¿Tendrá la partida de orcos un clérigo entre sus miembros?
Redoblando las precauciones, el grupo localiza la puerta secreta que da acceso a las estancias de Zelligar y llegan hasta las mismas sin complicaciones. En el suelo les esperan dos nuevos cadáveres. Los de un enano y un orco reducidos a unos pellejos secos de piel adherida a los huesos. Un nuevo misterio, aunque el grupo sospecha que han sido víctimas de la sombra. La puerta visible de la habitación ha sido bloqueada desde fuera, lo que da más peso a la hipótesis de que los orcos se encontraron aquí con la sombra, sin embargo la presencia de los enanos sigue siendo un enigma. Sin más dilaciones los aventureros acceden al laboratorio secreto. Están más que alerta, lo que les permite ver rápidamente una alteración de la luz que avanza hacia ellos, sin duda es la sombra. Delar dispara su arco pero la flecha atraviesa el cuerpo de la criatura como si no estuviera allí. Entonces Mylon invoca todo el poder de Pelor y lanza un terrible rayo de luz solar. La criatura lanza un grito horrible y parece estallar en pequeños cúmulos que se desvanecen segundos después. ¿De verdad han acabado con la criatura? parece que sí.
Tampoco quieren quedarse mucho tiempo a comprobarlo. Volkas comienza a catalogar el equipamiento del laboratorio y a meterlo en cajas que le permitan transportarlo. Mientras tanto Mylon inspecciona la sala contigua, donde los restos de un sarcófago de madera yacen esparcidos por el suelo (lo destruyó Cedrick en su día). Entonces repara en que a la figura que remataba dicho sarcófago parecen faltarle una mano y un ojo. ¿Es una referencia a Vecna? Según el diario traducido por Luel, Zelligar estaba obsesionado con su figura. En cualquier caso la inspección da frutos al encontrar una nueva puerta secreta. En esta ocasión parece dar a una despensa llena de barriles sellados mágicamente. Cada barril está identificado por una runa y un número. El grupo no tarda en encontrar unas notas con las que descifrar el contenido de los barriles y apartan los que piensan que son más valiosos. Ahora solo les queda transportar todo ese botín a la superficie ...
Tras terminar con los preparativos, el grupo parte hacia la hacienda de Bulbar Dreen, el vinatero al que ayudaron hace unos meses. Apenas a medio día de la entrada a los salones de Zelligar y Rogahn, nuestros aventureros se detienen a disfrutan del vino del bueno de Bulbar. Durante la charla, le preguntan por los últimos sucesos en la zona, y este les cuenta que más al sur se han visto partidas de gnolls que han atacado varias haciendas. Un hecho realmente preocupante que no había ocurrido nunca, pues los puestos de vigilancia de Falcongrís y la presencia de los asentamientos enanos en el sur siempre habían evitado este tipo de peligros. Bulbar solo espera que si las partidas gnoll siguen avanzando hacia el norte lo hagan mientras el grupo de aventureros está por la zona.
Con las noticias de Bulbar muy presentes, el grupo continua su viaje hacia las colinas cercanas. No tardan en encontrar las cuevas que sirven de acceso. Al llegar a la puerta secreta de entrada a los salones se encuentran con que la puerta ha sido destruida y con las cenizas del cuerpo de un orco. Sin duda la estancias de Zelligar y Rogahn han recibido otras visitas mientras han estado fuera. Delar explora la entrada y determina que unos seis orcos han pasado por allí. También cree que iban acompañados por otra criatura, aunque sus pisadas no están claras y no puede ser más preciso. Nadie dijo que fuera a ser fácil.
Nuestros aventureros comienzan a avanzar por el largo pasillo de la entrada. Al poco aparece la ilusión mágica ya habitual de dos grandes caras intentando asustar a los visitantes. El grupo se ha olvidado de su presencia, y ahora es probable que las voces de la ilusión hayan alertado a lo que sea que mora en el lugar. Tras el traspiés los Valientes de Volkas continúan avanzando hasta la sala central al final del pasillo. El cuerpo del gran ciempiés con el que se enfrentaron allí ha desaparecido por completo, pero para su consternación ha sido sustituido por el cuerpo de un enano crucificado. Una de las paredes muestra varias pintadas alabando a Gruumsh, el terrible dios de la conquista orco. ¿Tendrá la partida de orcos un clérigo entre sus miembros?
Redoblando las precauciones, el grupo localiza la puerta secreta que da acceso a las estancias de Zelligar y llegan hasta las mismas sin complicaciones. En el suelo les esperan dos nuevos cadáveres. Los de un enano y un orco reducidos a unos pellejos secos de piel adherida a los huesos. Un nuevo misterio, aunque el grupo sospecha que han sido víctimas de la sombra. La puerta visible de la habitación ha sido bloqueada desde fuera, lo que da más peso a la hipótesis de que los orcos se encontraron aquí con la sombra, sin embargo la presencia de los enanos sigue siendo un enigma. Sin más dilaciones los aventureros acceden al laboratorio secreto. Están más que alerta, lo que les permite ver rápidamente una alteración de la luz que avanza hacia ellos, sin duda es la sombra. Delar dispara su arco pero la flecha atraviesa el cuerpo de la criatura como si no estuviera allí. Entonces Mylon invoca todo el poder de Pelor y lanza un terrible rayo de luz solar. La criatura lanza un grito horrible y parece estallar en pequeños cúmulos que se desvanecen segundos después. ¿De verdad han acabado con la criatura? parece que sí.
Tampoco quieren quedarse mucho tiempo a comprobarlo. Volkas comienza a catalogar el equipamiento del laboratorio y a meterlo en cajas que le permitan transportarlo. Mientras tanto Mylon inspecciona la sala contigua, donde los restos de un sarcófago de madera yacen esparcidos por el suelo (lo destruyó Cedrick en su día). Entonces repara en que a la figura que remataba dicho sarcófago parecen faltarle una mano y un ojo. ¿Es una referencia a Vecna? Según el diario traducido por Luel, Zelligar estaba obsesionado con su figura. En cualquier caso la inspección da frutos al encontrar una nueva puerta secreta. En esta ocasión parece dar a una despensa llena de barriles sellados mágicamente. Cada barril está identificado por una runa y un número. El grupo no tarda en encontrar unas notas con las que descifrar el contenido de los barriles y apartan los que piensan que son más valiosos. Ahora solo les queda transportar todo ese botín a la superficie ...