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miércoles, 27 de mayo de 2020

Los Vengadores de Boccob 38

Los Vengadores de Boccob inician una nueva aventura en tierras de Verbobonc. Tras conocer al consejo de Hommlet, se han comprometido a involucrarse en una misión que puede haber costado la vida a un grupo de aventureros anterior.

Encuentros a media noche


El sol apenas empezaba a asomar cuando el grupo se puso en marcha. De las múltiples rutas posibles, los Vengadores se decidieron por el viejo camino que llevaba a la barbacana. Viajar por el río no les proporcionaría cobertura, y avanzar por su vera tampoco les parecía una buena opción. El camino, en cambio, les ofrecía avanzar rápido y esperaban contar con múltiples opciones para ocultarse llegado el caso. Tras años de abandono, la maleza había reclamado muchas partes del camino, por lo que esperaban contar con cierta protección ante miradas indiscretas. 

El grupo avanzó sin pausa. Markus se cercionó de que no había huellas recientes, y tras recorrer unos 10 kilómetros vieron las ruinas de la barbacana sobre una isla-promontorio en mitad del río. Descartaron una incursión inmediata prefiriendo montar guardia en una arboleda cercana. La primera guardia la haría Finan.

Sin apartar la mirada de la barbacana, Finan distinguió varios bultos que salían del agua y volvían a ella, aunque por la distancia y la escasez de luz, no pudo determinar de que se trataba. Al menos en las ruinas no se veía luz y ninguna de aquellas formas se había acercado a sus inmediaciones. En esto estaba Finan cuando se escuchó un ruido a sus espaldas y seis ogros irrumpieron en el lugar de la acampada. Los ogros estaban tan sorprendidos como Finan, pero no tardaron en recomponerse y cargar hacía el clérigo. Lejos de amilanarse, Finan invocó la ayuda de San Curthbert e interceptó a 3 de ellos mientras daba la voz de alarma. Las mazas de los ogros bajaron e impactaron sin compasión en el cuerpo del clérigo. Su armadura no le protegió en esta ocasión, cayendo abatido a los pies de sus enemigos. Sin embargo había ganado un tiempo precioso, el suficiente para que el resto del grupo se levantase y se preparase para el combate.



Juku atacó como un rayo, intercambiando varios golpes con uno de los ogros. Mientras tanto Markus hacía lo propio por el otro flanco. Galiard aprovechó el desconcierto inicial y se colocó detrás de Juku, lanzando un poderoso conjuro de invisibilidad que permitiría al guerrero seguir atacando sin que sus enemigos pudieran verlo. Esa acción se demostraría providencial, aunque no antes de que Markus cayera bajo el empuje de los ogros.

El destino de nuestros aventureros pendía de un hilo. Y entonces, como si una fuerza divina se pusiera del lado del grupo, la situación se dio la vuelta. Markus se levantó milagrosamente y se unió otra vez al combate, dando un tiempo precioso a Juku para que suministrara una poción de curación al caído Finan. Con los dos compañeros de nuevo en pie, Juku se dedicó a sacar de quicio a sus adversarios, golpeando y retirándose momentos después. Los ogros, rojos de furia, solo acertaban a batir el aire intentando adivinar donde estaba el escurridizo guerrero. Y a fe de San Curthbert que alguna vez le acertaron, aunque no fue suficiente para detenerlo. Mientras Galiard apoyó al grupo con sus proyectiles mágicos y algún que otro conjuro de trasmutación, que hizo que un infortunado ogro se convirtiera en un ratón de campo.

Poco a poco el grupo se fue imponiendo acabando con más de sus enemigos hasta que el silencio volvió a dominar la noche. Aunque vencedores, la contienda había tenido un alto coste para el grupo, que tras meditarlo decidió alejarse de aquel lugar y buscar un nuevo sitio donde acampar y recuperar fuerzas. El último en abandonar el claro fue Markus, intrigado por los tatuajes de los ogros, unas formas geométricas que le recordaban poderosamente a los símbolos relacionados con el templo del mal elemental...

jueves, 21 de mayo de 2020

Los Vengadores de Boccob 37

En nuestra última sesión abandonamos a los aventureros después de que tomaran la determinación de abandonar Falcongrís y proseguir viaje hacia Hommlet. Veamos como les ha ido el viaje.

Muchos encuentros


Pese a que la decisión estaba tomada, los Vengadores de Boccob aún retrasaron su partida una semana. Ese fue el tiempo requerido para poder forjar un martillo especial para Finan, un arma con magia imbuida que le permitiese enfrentarse a cualquier peligro que el templo pudiera poner en su camino. Y es que el grupo sospechaba que probablemente se tendrían que enfrentar a criaturas poderosas a las que las armas mundanas no causarían daño. Esa era una lección que habían aprendido muy bien en sus correrías por Rappan Athuk.

Con el arma ya en su poder, el grupo tomó el viejo camino comercial del norte, evitando la linde oriental del bosque Nudoso y enlazando con el camino a Dyversa. Desde allí sus pasos los llevaron hasta las tierras del vizcondado de Verbobonc, y en concreto hasta una pequeña aldea nacida al calor del cruce da varias rutas comerciales: Hommlet.



Su primera parada fue el gran templo de San Curthbert, bastante más grande de lo que una aldea de aquellas dimensiones parecía necesitar. Allí entablaron conversación con el diácono Terjon que los puso al día sobre las tribulaciones por las que pasaban aquellas buenas gentes. Y es que como pasará ya hacía años, los caminos volvían a ser inseguros y los humanoides se estaban volviendo más y más atrevidos. Puesto que el grupo parecía deseoso de lanzarse a la aventura, el diácono los emplazó a una reunión esa misma noche en la posada. Tal vez San Cuthbert había escuchado sus plegarias y había mandado aquel grupo en su ayuda.

Ya por la noche, nuestros aventureros se presentaron ante el consejo de la ciudad. Pasaron un mal rato intentando recordar los nombres de todos los allí presentes:
  •  Kenter Nevets. el anciano cabeza del consejo.
  •  Jaroo, druida y miembro prominente de la vieja fe.
  •  Terjon, clérigo principal de San Curthbert.
  •  Hroth Renton, capitán de la milicia.
  •  Ostler, dueño de la posada junto a su mujer Glora.
  •  Mytch el molinero.
  •  Burne, un mago aventurero de bastante fama en la zona.
  •  Rufus, otro aventurero compañero de Burne.

De la boca de varios de ellos obtuvieron no poca información valiosa:

  • Varias caravanas de comerciantes habían sido asaltadas durante el último año. También habían desaparecido habitantes de las granjas más distantes y aisladas. Todo parecía indicar que se debía a ataques de humanoides procedentes del bosque Nudoso.
  • Los humanoides habían atacado la propia villa hacía apenas una semana, raptando a una de las camareras de la posada (Esmeralda) y prendiendo fuego a las obras en marcha para dotar a la villa de una fortaleza.
  • Un grupo de aventureros presente consiguió evitar que la incursión ocasionará más daños, y junto a un explorador local llamado Elmo, que resultó ser hijo del capitán de la milicia y tener bastante fama de bebedor, se dirigieron al este para tratar de rescatar a Esmeralda. El grupo de aventureros, llamado los Puños de la Frontera, no había vuelto, tampoco Elmo.
  • El grupo de aventureros se había dirigido hacia la vieja Barbacana que un día sirviera de puesto avanzado para los seguidores del templo del mal elemental, pues era un sitio ideal desde el que lanzar el ataque que la villa había sufrido. Parecía por tanto lógico que los Vengadores de Boccob empezaran por allí.
  • También escucharon que Terjon se había hecho cargo de la iglesia después de la misteriosa desaparición de la abadesa, verdadera cabecilla de la iglesia de San Cuthbert en Hommlet.
  • Todos parecían temer, probablemente con razón, que el templo del mal elemental volviese a estar activo en la zona. Cerca de su emplazamiento existía una ciudad de renegados y huidos llamada Nulb.

Toda esta información bullía en las mentes de nuestros aventureros cuando a la mañana siguiente se encaminaron hacia el este para seguir los pasos de los Puños de la Frontera. ¿Compartirían un mismo destino?...

jueves, 14 de mayo de 2020

Los Vengadores de Boccob 36

Dejamos a nuestros aventureros descansando tras su enfrentamiento contra los orcos y su trol. Restablecidos de sus heridas, tocaba explorar la cueva del enfrentamiento. ¿Podrían encontrar las mercancías robadas al gremio de comerciantes de Falcongrís?

Un infierno de trampas


El silencio reinaba en la cueva, los cuerpos de las criaturas abatidas aún permanecían en sus sitios, aunque algunos habían sido mordisqueados por el oso lechuza. No lejos de la entrada, el grupo vio una puerta fuertemente encajada. El pasillo seguía adentrándose en la colina, pero nuestros aventureros no querían dejar nada sin explorar a sus espaldas. Markus afianzó los pies y se dispuso a tirar con todas sus fuerzas del tirador de la puerta, pero en el último segundo Juku sugirió utilizar una cuerda para poder hacer más fuerza.

Con la soga en su lugar, los dos aventureros tiraron del cabo y la puerta crujió antes de comenzar a abrirse, no sin que el tirador liberase un pincho embadurnado de una pasta negra que golpeó el aire sin clavarse en nada. Sin duda la idea providencial de Juku había evitado que Markus recibiera una desagradable sorpresa. La sala parecía un almacén, aunque la mayoría de su contenido había desaparecido, probablemente trasladado a otro sitio. En ese momento solo quedaban tres fardos con varias raciones de hierro.  

No quedaba más que adentrarse por el pasillo, donde Markus pendiente de que nada les sorprendiera desde el techo, pisó una baldosa que liberó una trampa con estacas que se lanzaron hacia él. Pero ese día Boccob estaba de su lado y volvió a librarse sin un rasguño. No sería la última trampa con la que se encontraron, aunque esta vez sería Finan el que la sufriría, al tropezar con un cable que parte del grupo cruzó sin activar.

Por lo demás el lugar estaba desierto. Aunque quedó claro que la partida de orcos llevaba bastante tiempo utilizándolo como base. Al menos eso parecía indicar una pequeña capilla con una gran estatua de Grummsh, el dios cíclope del panteón trasgo. A sus pies el grupo localizó (y se quedó) con una gran esfera de metal y tres pequeños discos que parecían encajar en su superficie. Escarmentados por las trampas anteriores, el grupo se guardó el objeto sin tocarlo mucho, ya tendrían tiempo de estudiarlo con calma fuera de allí.


Por último dedujeron que el Osgo era el cabecilla del grupo, y en lo que parecía su habitación, encontraron una extraña daga y varios papeles con indicaciones de rutas comerciales. Para Galiard quedó claro que alguien desde la ciudad había estado pasando información a los salteadores.



De vuelta en Falcongrís, las noticias sobre un grupo que arrastraba un buen número de cabezas de trasgos a sus espaldas corrió como la pólvora. Y no fueron pocas las posadas donde esa noche se oyó el nombre de los Vengadores de Boccob. El gremio de comerciantes pagó la recompensa estipulada y trató de convencer a los aventureros de que trataran de recuperar lo robado, pero nuestros aventureros estaban decididos a continuar ya su viaje hacia Hommlet...
 

jueves, 7 de mayo de 2020

Los Vengadores de Boccob 35

Retomamos el devenir de nuestro grupo de aventureros más particular, ya que pocos grupos verán que usen a su mago como "tanque". Y todo parece indicar que les dejamos en una situación dónde poder poner en práctica su táctica tan especial, en pleno combate con orcos y con claros indicios de que estos recibirían refuerzos en breve.

La gran escabechina


Los orcos se abalanzaron sobre Juku y Finan. Mientras Markus buscaba una posición desde la que disparar, y por una vez, Galiard se mantenía en la retaguardia vigilando que no vinieran sorpresas desde el valle.

Nuestros aventureros fueron ganando en confianza al comprobar que su posición en la abertura de la cueva era bastante sólida y los orcos no parecían tener suficiente fuerza para romperla. Entonces una gran figura que apenas podía mantenerse erguida emergió de la cueva. Un horror coronado por dos cabezas babeantes armado con un gran hacha y una maza.


Markus y Galiard palidecieron al ver a semejante criatura, mientras que Juku, en estado de euforia por la batalla, se lanzaba contra el nuevo enemigo sin casi pensárselo. Mientras Finan apelaba a la ayuda divina de San Cuthbert, y este contestaba haciendo descender un círculo de emisarios que rodearon al grupo y comenzaron a dañar a sus enemigos.

La criatura era un enemigo formidable, pero la unión de los golpes de Juku, los proyectiles mágicos de Galiard y la ayuda espiritual invocada por Finan fueron minando su resistencia hasta que la criatura cayó derrotada de bruces a sus pies. Su lugar lo ocuparon un nuevo grupo de orcos, a través de los cuales Galiard llegó a ver un osgo que parecía ser el cabecilla. El mago no necesitó más, reunió su poder mágico y lo canalizó para lanzar varios proyectiles que buscaron sin piedad a su presa. El osgo no tardó en ocupar una posición junto al resto de sus compañeros abatidos.

Pero aquellos orcos aún tenían una última sorpresa, y esta vez sí, ante la atónita mirada de todo el grupo, emergió un terrible trol. Los ruidos de fondo se fueron apagando y quedó claro que se encontraban en el punto crítico que marcaría la victoria o la derrota en el enfrentamiento. Markus y Juku se lanzaron al combate, mientras Finan y sus espíritus se colocaban detrás de sus compañeros para ayudar con su poder divino. Pero el trol se demostró un enemigo mucho más peligroso de lo que esperaban, ya que sus heridas parecían cerrarse solas, y sus garras hacían mella una y otra vez en nuestros aventureros.

Juku fue el primero en caer. No sería el último, pues Markus también probaría la frialdad del suelo de aquella cueva maldita. Por suerte para ambos Finan pudo curar sus heridas cuando fue necesario.

El trol terminó cayendo, aunque solo para volverse a levantar unos instantes después. Sin duda la peor de las formas para aprender que los trols gozan de una capacidad de regeneración sorprendente. Los Vengadores de Boccob no cometerían el mismo error dos veces, y esta vez recurrieron al fuego mágico de Galiard,  El trol volvió a caer, esta vez sí, para no levantarse más.

Poco a poco la calma fue regresando al valle. Nuestro grupo había sufrido heridas importantes y había gastado no pocos recursos en aquel enfrentamiento. Por ello decidieron no comenzar la exploración de la guarida de los orcos y retirarse a su puesto de vigilancia, donde podrían recuperar fuerzas...

martes, 5 de mayo de 2020

Manualidades con arcilla polimérica

Vamos con una entrada rápida para dejar constancia de un pequeño descubrimiento muy útil en estos tiempos de reclusión: la arcilla polimérica de modelado.

Y es que supongo que habrá más de un padre (y de dos) buscando nuevas actividades que hacer con los churumbeles. Igual he sido el último en enterarme, pero si no es así y lo de la arcilla polimérica les suena a chino, denle una oportunidad. Es fácil encontrarla en tiendas tipo "Tiger" o directamente en Amazon. No deja de ser una especie de plastilina, pero mucho mejor. Para empezar no mancha ni deja restos como la primera. Al tacto resulta húmeda, pero ya digo que no mancha. Se puede modelar con bastante facilidad y se pega entre ella. Una vez se ha modelado lo que se quiere hay que dejarla secar unas 24 horas para que pierda esa humedad y quede con una textura algo gomosa.


En la foto de arriba pueden ver una de mis primeras creaciones. La quería usar como "mascota" encima del monitor del ordenador, pero la vio mi mujer y se la agenciado (nunca he sabido decirle que no). Ni que decir tiene que mi hija está encantada con esto, ya que es bastante sencillo modelar personajes de dibujos tipo Bob Esponja o Patricio Estrella. Una actividad bastante interesante que es capaz de rellenar una tarde sin problemas.


Ni que decir tiene que con algo de calma y buen hacer se puede usar para menesteres lúdicos más "profesionales" ;D