sábado, 2 de julio de 2016

Diario de Campaña: Sesión 12 (Un nuevo compañero)

Continuación de Las Salas de Rogahn y Zelligar (Aquí los sucesos anteriores)

Dejamos a nuestros bravos aventureros descansando en la antigua cámara de Rogahn. Jidra y Gromm habían sufrido bastantes heridas al caer en una trampa de pozo y pensaron que no era muy juicioso continuar la exploración en esas condiciones. Por suerte ninguna criatura apareció para molestar su descanso, y al despertar, Jidra repartió sus atenciones entre los más necesitados.

Con las fuerzas recobradas el grupo se dirigió a investigar la cámara de las varias piscinas. Volkas, el mago, tenía muchas ganas de explorar la estancia y sus compañeros no pudieron convencerle esta vez de lo contrario. La verdad es que la cámara era muy inusual. La habitación contenía 14 piscinas con líquidos diferentes. Algunos burbujeantes, otros parecían simple agua limpia y clara, etc. Con mucho cuidado, Volkas tomó una muestra de una piscina con un líquido luminiscente, de otra con un líquido rosado y de una última con un líquido grisáceo, aunque se guardó muy mucho de probarlos o tocarlos directamente. 


Entonces el grupo comenzó a explorar las paredes, convencidos de que una cámara tan inusual seguramente guardaba otros secretos. Su intuición se vio recompensada cuando encontraron una pared con una sección móvil a la derecha, que se abría a una pequeña cámara con un cuerpo en el suelo. Brandon reconoció rápidamente a Cedrick, su compañero semielfo perdido. Parecía vivo, aunque en una especie de coma del que no era posible despertarlo. Al final sacaron el cuerpo fuera y entonces sí, Cedrick volvió a la consciencia.

Después de darle algo de agua y comida, nuestros aventureros escucharon con atención la historia de Cedrick. Según les contó el semielfo, después de huir del combate con los hobgoblins cayó en una trampa donde fue apresado por un numeroso grupo de goblins. Encerrado en una sala, logró escapar y a través de una puerta secreta llegó hasta esa sala. Lo último que recordaba era haber intentado forzar una cerradura del escritorio de la habitación.

Gromm decidió que era un buen momento para explorar la sala a la que hacía referencia Cedrick, pero para evitar la posible trampa causante del coma del semielfo, se dedicó a romper el mueble haciendo no poco ruido. Entre las astillas el grupo encontró un pergamino con escritos mágicos. Como Volkas no había preparado el conjuro adecuado, lo guardó para poder examinarlo con calma al día siguiente.

En ese momento dos necrófagos atacaron al grupo que aguardaba en la sala de las piscinas. Parece que habían sido atraídos por el ruido creado al romper los muebles. Rápidamente el grupo se reorganizó para hacer frente a la amenaza. Cedrick también participó en la batalla, demostrando que su arco podía ser muy útil para el grupo. Gromm y Brandon quedaron inmovilizados tras ser heridos por las infames criaturas, pero el grupo pudo acabar con los enemigos sin tener que lamentar bajas. Después de deshacerse de los cuerpos lanzándolos a dos piscinas diferentes, los aventureros decidieron que era hora de seguir explorando el complejo.

El grupo se dirigió hacia el oeste, dejando atrás la vieja biblioteca que había servido de guarida a los gnolls. No tardaron en encontrar una nueva sala. El suelo tenía unos círculos inscritos en su superficie y las paredes mostraban múltiples runas de carácter mágico. Volkas no pudo averiguar el sentido de esas runas, así que decidieron no entrar. Se dirigieron entonces hacia el sur, encontrando un pequeño almacén con varios objetos comunes, de aspecto muy antiguo aunque funcionales. Los personajes no necesitaban más equipo, así que continuaron por el pasillo hasta la siguiente puerta. De esa sala provenía un sonido de metal en movimiento, quizás producido por alguna máquina.

Lo que encontró nuestro grupo fueron varios muertos vivientes accionando grandes fuelles en una forja lista para el trabajo pero donde no había nadie trabajando. Los aventureros se encararon con los zombis y estos atacaron. Gromm resultó herido en el combate tras un ataque especialmente acertado por parte de uno de los zombies, dejándolo noqueado en el suelo. Por suerte el grupo pudo deshacerse de sus enemigos y Jidra pudo devolver a Gromm a la consciencia tras apelar una vez más a su dios.

El grupo investigó entonces una sala contigua. Parecía ser un antiguo almacén de carbón. Lo más extraño era la presencia de una puerta que debía dar al pasillo por el que habían venido los personajes y que no era visible desde el exterior. Pensaron que debía tratarse de una puerta secreta pero cuando Gromm intentó abrirla salió disparada una saeta. Por suerte la trampa no debía estar en muy buen estado y no causó un gran daño. Sin duda las salas de Rogahn y Zelligar estaban llenas de sorpresas ...

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