domingo, 14 de marzo de 2021

Los Valientes de Volkas 67

Continuamos con las peripecias de nuestro grupo de aventureros más longevo. Atrapados en la telaraña de Erelhei-Cinlu, luchan por salir con vida y obtener información de quién está detrás de las incursiones de los gigantes en Geoff.

Durmiendo con su peor enemigo

Mylon tenía claro que solo había una respuesta posible al ofrecimiento de los Despana. El resto del grupo, no sin algún que otro suspiro de resignación, siguió al clérigo de Pelor aceptando el trato que se les ofrecía. Al día siguiente los Despana apresarían a cuatro soldados de bajo rango de la casa Eiserv y mediante la hechicería alterarían las facciones de nuestros aventureros para poder introducirlos en la hacienda de Eclavdra.

El plan se puso en marcha sin demasiados contratiempos. Los Despana aparecieron con los cuatro cuerpos y al poco el grupo lucía como auténticos drow. Además les entregaron unos broches mágicos con 10 cargas cada uno para poder invocar el conjuro de Compresión idiomática, sin duda una pieza clave del disfraz. Solo faltaba tener acceso a los conocimiento que pudieran ser relevantes sobre la hacienda y sus quehaceres en ella. Lamentablemente los Despana no podían proporcionar esa información, pero podían probar a transferir los recuerdos de los guardias drow capturados. Sin embargo era un proceso muy peligroso que podía acabar en la locura más absoluta para el receptor. Solo Volkas estuvo dispuesto a correr el riesgo, y al menos esta vez, la jugada le salió bien.

De esta forma supieron que el disfraz de Volkas correspondía a un elfo llamado Durian, Delar debería interpretar a Malian, Cylon respondería como Gatalón y ser Ushan como Ergan. También supieron que habían sido enviados a la ciudad a recabar rumores e información que pudieran ser relevante para los Eiserv.

Antes de despedirse y dirigirse a la ciudad, los Despana les entregaron una maza mágica que debía utilizarse para acabar con Eclavdra, que ya se encargarían ellos de decir que había sido sustraída del templo de Lolth. Y a ciencia cierta que los Despana no pedieron el tiempo difundiendo tal rumor, pues los Valientes de Volkas lo escucharlo ese mismo día en varios puntos de la ciudad. También se había difundido el ataque de un grupo de forasteros a un puesto de vigilancia en los exteriores de la gran bóveda drow. No contentos con eso, nuestro grupo aún tuvo tiempo para hacer algunas averiguaciones adicionales hasta dar con Jirmelle, que junto a sus compañeros, se guarecían en una posada del gueto de los extranjeros. Eran buenas noticias, pues de haber permanecido en la hacienda de los Eiservs bien podría haberse convertido en un problema.

Varias horas después los cuatro guardias drow regresaban a sus barracones. Todo parecía marchar según el plan. Decidieron esperar un par de horas para asegurarse de que los nobles de la casa ya habían cenado, aumentando las posibilidades de que la planta inferior estuviera poco transitada. Y así nuestro grupo se escabulló hacia el interior de la mansión principal a través de la cocina. Ahora comenzaba la parte más peligrosa...

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