Vamos con la última entrada de este año, una entrada, además, muy especial. Efectivamente, este diciembre pudimos volver a organizar nuestra Rolparty, el encuentro rolero-festivo-gastronómico de nuestro grupo de juego. En concreto, el evento tuvo lugar durante los días 9, 10 y 11 de este mes. Procedo ahora, como de costumbre, a dejar por escrito prueba de tal reunión, para cuando nuestra memoria decida ir fallándonos y solo queden estas líneas como prueba de los momentos atesorados en torno a una buena mesa y una mejor compañía. Y ¡ojo!, porque si hemos de fechar el inicio de nuestra mesa en algún momento, la mejor fecha probablemente sea 1992, con lo que celebraríamos nuestros 30 años tirando dados juntos.
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Los del Hellfire Club son unos aficionados
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El lugar
Volvemos un año más al emplazamiento que ya se ha convertido en un clásico y que aúna naturaleza, una casa fantástica para nuestros fines y buena comida: la Drova, una pedanía de Barx en las cercanías del
Mondúver.
Los asistentes y la llegada: las primeras horas.
En
esta ocasión nos falló nuestro ilustre compañero madrileño, así que el número de asistentes quedó reducido a seis valientes (LS, RS, PS, VF,
JC y JG). Los astros se habían alineado y, creo que por primera vez, todos pudimos salir juntos el viernes a primera hora de la tarde. De esta forma, todos participamos en la ardua tarea de comprar las raciones que debían acompañarnos durante las partidas y en el encendido de la chimenea, todo un lujo considerando el verano tórrido que hemos pasado y el invierno caluroso que parece estamos condenados a soportar en Valencia.
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Cena ligerita (check)
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Y chimenea lista (check)
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Las partidas
1. RuneQuest - Aventuras en Glorantha (viernes noche)
¡Ay qué ganas tenía de volver a jugar en Glorantha! PS no defraudó y siguiendo el estilo de un ilustre como José Masaga, nos montó una mesa repleta de atrezo. Mi memoria me dice que Runequest fue el primer juego que disfruté como jugador, así que nada como volver a disfrutarlo durante este "aniversario" tan especial. En concreto, nuestro grupo llegó a la zona de Prax para desbaratar un robo de ganado a nuestro nuevo clan de acogida. Tiene visos de continuar, así que miel sobre hojuelas.
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Esto es currárselo y lo demás tonterías.
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2. Blue Max (sábado por la mañana)Tras
esperar a que regresara nuestro miembro más montañero y madrugador, y tras dar buena cuenta del almuerzo reglamentario, preparamos el juego de mesa que debía ocupar nuestra mañana. Para esta ocasión llevé el
Blue Max, un
wargame de finales de los 80 que trata de recrear el enfrentamiento entre aviones de la primera guerra mundial. En su momento tuve la oportunidad de jugarlo en la universidad, y hace poco pude hacerme con él a un precio casi irrisorio (15 €). Hay que tener cuidado, porque existe una reedición del 2014, pero no incluye todos los aviones, mucho mejor la edición antigua de Diseños Orbitales o la versión libre mantenida por la comunidad conocida como
Canvas Eagles.
Nos ametrallamos bien y mucho, aunque solo mi pobre avión belga terminó por descender hecho una bola de fuego. Victoria marginal para esos sucios servidores del Kaiser.
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Efectos especiales a cargo de Industrias Light and Pepe.
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3. Magia & Acero White Box (sábado tarde/noche)
El sábado por la tarde me tocó a mi tomar el papel del árbitro. Llevé la ambientación que he preparado siguiendo el Reto Gygax 75, y además, un pequeño obsequio para los jugadores de forma que cada uno tuviera su propio manual a mano. Los jugadores se adentraron en Hemonzal, la tumba (megadungeon) del último rey-sacerdote de Khemit, y regresaron con tesoro y teniendo que lamentar solo la baja de uno de sus mercenarios. Disfruté mucho de la partida y del trabajo hecho durante el reto, y espero poder volver a ver pronto más episodios de este joven grupo de aventureros. Jugamos a la versión White Box más pura, y espero de corazón que los jugadores lo disfrutaran tanto como yo.
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Nada que no pueda solucionar un buen conjuro de dormir.
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4. Canción de Fuego y Hielo (domingo por la mañana)Otro juego "nuevo" que tenemos la oportunidad de probar. En esta ocasión con LS a los mandos. También tiene visos de continuar, lo que es una buena noticia porque la partida me gustó mucho. Nuestra casa (Ironpike, en la zona de los lagos) apenas empieza a participar en las intrigas de poniente, aunque ya nos ha quedado bien claro que el combate es brutal y mortal. Corta se me antoja que debe ser la vida de los caballeros por estas tierras. A ver si podemos seguir probándolo pronto.
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Aquí me caballero en pleno torneo.
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Clausura
Y
así llegamos una vez más a la clausura de nuestra quedada anual. A eso
de las 3 PM recogimos y emprendimos la vuelta a casa. De otras ocasiones habíamos aprendido la lección de no comer el sábado, y aunque la torrà de la noche volvió a resultar en una prueba dura y exigente, creo que en general nuestros estómagos sobrevivieron en mejor estado que en años anteriores. Sin embargo, siempre hay que sacar alguna lección de cara a la siguiente quedada, y en esta ocasión es no pedir las dos bandejas de torrà en la cena, pues hubiéramos terminado mucho mejor sin tener que enfrentarnos a esas pérfidas y tiernas costillas.
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Que no se diga que soy un exagerado.
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30 años, vaya, enhorabuena grupo
ResponderEliminar¡Gracias crack!
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