sábado, 1 de octubre de 2016

Diario de Campaña: Sesiones 19 y 20 (Hacia las Profundidades)

Las Ruinas de Falcongrís (eventos anteriores aquí)


Nuestros aventureros estaban recuperándose de su encuentro con Maven Manoroja. Por él se enteraron de que Brandon y Gromm habían sido asesinados y de que debían hacer frente a una "deuda" de 800 mo con el gremio de ladrones o podrían correr la misma suerte. No era una situación fácil y el grupo discutió largo y tendido su siguiente movimiento.

Al final pesó la promesa de riquezas en las cercanas ruinas de Falcongrís. Esta vez pagarían pero no olvidarían ni perdonarían lo sucedido. Volkas fue el encargado de entrevistarse con Maven. El dinero de los cofres y la venta de la pólvora les habían reportado más que dinero suficiente para el pago. Lo que Volkas y Maven hablaran quedó entre ellos, pero a su vuelta el mago informó al resto de sus compañeros de que la deuda estaba saldada y que había logrado el compromiso de Maven de entregar los cuerpos de sus compañeros si eso era posible (lo que lamentablemente no pudo ser).

Con ese asunto "cerrado", el grupo volvió a pensar en sus expediciones a Falcongrís. Ahora solo eran cuatro miembros y necesitaban ayuda. No tardó mucho en presentárseles unas cuantas opciones. La primera tomó la forma de un enano de las montañas Abbor-Alz, un batidor bien pertrechado al que le habían llegado comentarios de un grupo con bastante fortuna en sus últimas exploraciones. El enano (Guerrero/Ladrón) parecía tener un buen conjunto de habilidades muy útiles para un grupo de aventureros como el suyo, por lo que fue aceptado tras la entrevista. Después continuaron con varios guerreros hasta contratar a un joven suelio de nombre Delar y de apodo "el Rubio". Un joven capaz con el que acordaron una paga de 3 mo al día más la manutención y una décima parte de los tesoros recuperados. 

Dedicaron un par de días más a volver a comprar equipo, encontrar un establo para su mula y para visitar a Luel, la acólita de Baccob que estaba tratando de desentrañar los secretos del diario de Zelligar. Luel informó al grupo de que aun no había podido romper el código del autor, pero que sí había podido traducir algunas palabras y frases sueltas. Luel estaba segura de que el diario hacia mención a Rappan Athuk. Una ciudad de leyenda construida bajo tierra por un clan Flaenio perseguido por sus ritos caóticos en los albores de la civilización. Según Luel, Zelligar parecía situar la ciudad en el pantano brumoso. Probablemente todo el diario contenía el resultado de las investigaciones de Zelligar sobre esa ciudad de leyenda. Era imposible saber que intenciones tenía Zelligar, pero Volkas no pudo reprimir un pequeño escalofrío al pensar en la capilla a Orcus que encontraron en sus dependencias ¿habría alguna relación?. Al final el grupo decidió contratar a Luel por dos semanas más (pagándole 400 mo adicionales) para intentar averiguar más cosas.

Con el asunto del diario encauzado, nada más retenía al grupo en la ciudad. Tras medio día de marcha ya estaban otra vez en las inmediaciones de las ruinas del castillo. Durante el viaje Volkas puso al corriente a Khazhak (su nuevo compañero enano) sobre su encontronazo con Maven. Khazhak recordó un rumor que corrió por la posada del Dragón Verde hacía unas noches. Por lo visto el gremio de ladrones estaba algo convulso. Un lugarteniente de cierto peso había cometido un error importante y no estaba claro si iba a haber algún tipo de lucha interna. Obviamente Volkas pensó que el rumor hacía referencia a Maven, pero no se atrevió a conjeturar más. Todo el asunto estaba un muy reciente.

Ya en el interior de las ruinas, el grupo se dirigió a las escaleras que descendían hasta una especie de despensa. Con cuidado empezaron a moverse hacia el este, y no tardaron en encontrar una puerta cerrada. Tras abrirla, les llegó el olor inconfundible de viandas en descomposición, aunque si algo llamó su atención fue el grupo de hormigas gigantes que se movían por el lugar. Khazhak entró en la habitación y llamó la atención de dos de esas hormigas, que lo siguieron hasta el pasillo. Allí se originó un combate entre el grupo y las hormigas. Khazhaz mostró su valía como guerrero y luchó con valentía y acierto. Delar no tuvo tanta suerte y una de las hormigas lo hirió de gravedad. Jidra tuvo que aplicarse a conciencia para remendar al joven guerrero. Estaba claro que las ruinas eran un lugar muy peligroso.


Sesión 20


De quien era la comida que estaban llevándose las hormigas o como había llegado ésta a ahí eran misterios que tendrían que esperar. Las heridas de Delar convencieron al grupo de que era mejor dejar a las hormigas en paz, así que cambiaron de rumbo y se dirigieron hacia el norte. No habían avanzado mucho cuando un cable, que tanto Khazhak como Jidra habían pasado por alto, fue accionado por Delar disparando un virote desde la pared que se enterró profundamente en su costado. Estaba claro que Delar no era un tipo afortunado aunque sí bastante duro.

No muy lejos de la trampa el grupo dio con una puerta que se abría a un par de cámaras. La primera contenía seis grandes tinajas de barro. Parecían hechas para contener vino, y aunque algunas aun contenían líquido, no parecía muy valioso. En la siguiente habitación encontraron multitud de botellas situadas en estanterías y una puerta secreta que daba a un reservado. Allí encontraron un número muy reducido de botellas (diez) sin etiqueta. Cinco parecían de vino y las otras cinco de diversos alcoholes. Decidieron dejarlas donde estaban y volver sobre sus pasos. Fue entonces cuando se toparon con una criatura de los más extraña. Una especie de medusa fosforescente y translucida que se movía flotando por el aire en su dirección. Se movía como un globo hinchado, de forma lenta y utilizando las paredes para empujarse y cambiar de rumbo. Sin embargo estaba claro que la criatura era inteligente de alguna manera porque no dejaba de flotar hacia ellos. Como su velocidad y maniobrabilidad eran muy escasas el grupo pudo esquivarla con facilidad y dejarla encerrada en la habitación de las tinajas.

Nuestros aventureros siguieron entonces hacia el norte, hasta una puerta que daba fin al pasillo. La puerta era algo diferente al resto puesto que tenía dos filas de pequeños orificios a unos 120cm de altura. Khazhak abrió la puerta tirando hacia él, y en ese momento, como un gran péndulo, una lanza se descolgó del techo y bajó hacia la puerta y parte del pasillo de entrada. Por suerte nuestro batidor no tuvo problemas para esquivarla. En ese momento hicieron su aparición seis kobolds desde detrás de una empalizada de muebles rotos y de basura que atravesaba la habitación en diagonal. Armados con arcos cortos, dispararon una primera andanada a nuestros sorprendidos aventureros.

Una de las flechas mordió con dureza el brazo de Jidra que sostenía el farol. La fuente de luz rodó por el suelo y milagrosamente no se apagó. Fharlangh debía estar del lado del grupo. Khazhak no estaba para perder tiempo en cuestiones metafísicas y se lanzó a la carga con su hacha, activando sin querer una trampa de pozo que había nada más cruzar la puerta. El enano cayó 3 metros y se dio un buen golpe contra el suelo de piedra. Aunque la caída no fue suficiente para acabar con él, sí que lo apartaría del combate por el momento. Estaba claro que los kobolds sabían con montar una buena emboscada. Jidra no perdió el tiempo y enarbolando su maza saltó el pozo y cargo contra la empalizada, seguido de cerca por Delar. Los kobolds habían empezado a retirarse hacia la puerta para huir por un pasillo en la zona oeste. No llegaron a lograrlo. Volkas invocó su magia y cuatro de los kobolds que habían sobrevivido a la maza de Jidra, las fechas de Cedrick y la espada de Delar cayeron presas de un profundo sueño. Fue el final para todos ellos.

Khazhak salió del pozo por sus propios medios y se unió al grupo. Jidra recibió atenciones y el grupo decidió ir por el pasillo del oeste. Resultó ser un pasillo largo que contenía una puerta hacia el sur y una abertura hacia el norte. Nuestros aventureros no pudieron pensar mucho su siguiente acción, pues del final del pasillo aparecieron un par más de kobolds que les dispararon flechas. Volviendo rápidamente hasta la habitación, el grupo improvisó un parapeto y tras él cargaron por el pasillo en dirección a los kobolds. Parece que eso era lo que esas pequeñas pestes estaban esperando, porque cuando se encontraban a mitad del pasillo comenzó a caerles encima brea. Entonces uno de los dos kobolds reapareció con una flecha en llamas. Volkas actuó con presteza e invocó un proyectil mágico que impactó contra la flecha haciéndola añicos antes de que pudiera caer sobre sus compañeros. Terminando la carga, Khazhak y Jidra no tuvieron problemas para terminar con la amenaza inmediata.


Después de limpiarse la brea como bien pudieron el grupo discutió su siguiente paso. Lo primero fue abrir la puerta que se encontraba en la pared sur del pasillo. Una nueva sorpresa esperaba a nuestros aventureros. La puerta se abría a una gran caverna con varias empalizadas repletas de más kobolds. Al menos habría un par de docenas. En cuanto la puerta quedo expedita, una lluvia de flechas cayó sobre Khazhak y Jidra, hiriendo de gravedad a éste último. Además vieron como dos comadrejas gigantes salían corriendo hacia ellos. El grupo se replegó por el pasillo y espero a que las comadrejas pasaran por la zona donde aun había rastros de brea. Usaron un frasco de aceite militar y convirtieron el pasillo en un infierno para las bestias.

Después de eso cerraron la puerta que daba a la caverna y esperaron acontecimientos, aunque no pasó nada. Los kobolds no parecían tener ganas de salir de su caverna. Khazhak exploró entonces los dos opciones que tenían. Hacia el oeste dieron con una puerta cerrada con llave, cuyos ruidos parecían indicar que contenía más de esas comadrejas. Hacia el norte, llegaron a un pasillo en paralelo que discurría de este a oeste. El grupo discutió entonces las alternativas, rechazando la opción de negociar con los kobolds. Al final se decidieron por el pasillo del norte, dirección este. Por un lado se alejaban de los kobolds y por otra, si el nuevo pasillo corría siempre pegado al que ya habían explorado, al final se dirigiría hacia el sur. Quien sabe si incluso acabaría llevándolos a otra entrada no vigilada a la caverna de los kobolds ...



Comentarios del Árbitro

No hay bestiario de D&D y "familiares" que no describa a los kobolds como criaturas cobardes pero extremadamente taimadas. En mi caso nunca pasaron de ser una variante más de goblin para niveles bajos. Otro nombre para un mismo bicho. Todo eso cambió tras leer hace esta entrada en el genial blog La Última Frontera. Tenía claro que la próxima vez que incluyera un encuentro con estos bichos les daría un tratamiento especial.

Y por fin he tenido la oportunidad de ponerlo en práctica. Mis jugadores ya se han enfrentado a goblins, hobgoblins, gnolls y ahora kobolds. Solo espero que para ellos cada criatura haya demostrado tener algún aspecto diferenciado, y si no es así, habrá que seguir intentándolo. Tengo claro que en este tipo de aventuras de "habitación - monstruo - tesoro" es la pauta a seguir.









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