viernes, 2 de abril de 2021

Aventureros de la Marca 17

Los Herederos de Uztum han sufrido su primera baja ¡y no una cualquiera! Pero no hay tiempo para el duelo. Rodeados de peligros, el grupo solo piensa en seguir adelante con su misión de liberar Orlán del mal que la atenaza.

Hacia las profundidades

El olor que envolvía la sala no dejaba lugar a dudas: los saurios habían estado allí y además se habían llevado el cuerpo de su compañero Tulin. Estaban seguros de que habían explorado prácticamente todo aquel complejo por lo que la única ruta que podían haber utilizado era atravesando el lago de los cocodrilos.

Para comprobar como de peligroso sería intentar atravesarlo, cogieron varios despojos de los combates que habían mantenido en la entrada del complejo y los arrojaron al agua. Pronto aparecieron tres cocodrilos que se los disputaron con avidez. Aquella ruta parecía bloqueada. Entonces Barfin mencionó el otro estanque de agua que no habían explorado. A lo mejor los saurios habían venido por ahí. El grupo utilizó allí la misma táctica y para su consternación, aparecieron un par de sapos gigantes que los engulleron antes incluso de que tocaran la superficie del agua.


Quizás pudieran alimentar a aquellas criaturas hasta que estuvieran bien hartas y entonces probar a cruzar. Aunque en ese caso parecía mejor atreverse con los cocodrilos antes que con los sapos gigantes. De todas formas antes de hacer nada más Einar salió para preguntar a Ramne si podía ayudarles de alguna forma.  Lamentablemente el extraño mago no aportó nada que fuera de utilidad.

Ya de vuelta en el complejo, nuestros aventureros pusieron en marcha su plan y arrojaron a los cocodrilos todo lo que pudieron encontrar. A continuación se movieron a toda velocidad a través de varios pasillos hasta alcanzar la orilla opuesta y se zambulleron en las frías aguas del lago. No tardaron en descubrir, en una oquedad cercana protegida por una puerta secreta, una barca. Sin duda debía ser lo que usaban los sectarios y saurios de aquel lugar maldito. Se hicieron con ella y así pudieron atravesar el lago hasta alcanzar un nuevo pasillo hasta entonces inexplorado.

Aquel pasillo los llevó hasta un grupo de tres salas donde fueron atacados por varios saurios. Debía tratarse de algún puesto de guardia. Los Herederos de Uztum liberaron entonces toda la rabia contenida por la caída de su compañero Tulin de forma que los saurios nunca tuvieron una oportunidad. Con los ecos del combate aún desvaneciéndose, encontraron el cuerpo del enano y por fin pudieron darle una sepultura digna.

Cerca de allí unas escaleras se internaban aún más en las profundidades de la tierra. ¿Qué nuevos horrores podían esconderse entre aquellas sombras? Poco importaba. Los Herederos de Uztum avanzaron con determinación, la determinación de los que tienen poco que peder...  

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