domingo, 18 de septiembre de 2022

Leyendas de Arkham 20

Llegamos a la última sesión de este arco argumental. Tras volver de las Tierras del Sueño, los personajes deben apresurarse para evitar la llegada de Gathanothoa y, de paso, vengarse de David Lodge.

El bien triunfa... por el momento

Sin tiempo que perder, el grupo partió hacía Arkham. Su única esperanza era que Tristán fuera el hechicero que necesitaban. Durante aquel primer día de vuelta al mundo despierto consiguieron llegar hasta el lago que marcaba el final de las montañas. A partir de ese momento, el camino debía ser relativamente sencillo. No obstante, unas densas nubes comenzaron a arremolinarse junto al pico de la fortaleza. No necesitaron más para saber que la empresa no sería fácil.

El viaje se convirtió, desde ese momento, en una carrera sin pausa, perseguidos por aquellas nubes negras que no presagiaban nada bueno. Sin embargo, el primero de los golpes no vendría del cielo, sino de la tierra, en forma de arenas movedizas. Por suerte, solo fue un pequeño contratiempo que apenas ralentizó al grupo. Todos intuían lo qué se jugaban, por lo que consiguieron llegar a Arkham en un tiempo récord.

El asentamiento bullía ante el fenómeno de las nubes, a todas luces antinatural. Nuestros aventureros lograron localizar a Tristan en la posada y le convencieron para tener una entrevista privada en su casa. No les costó mucho convencer al hechicero de lo que estaba pasando. La mera visión del libro y del corazón de Kaza sirvieron para que una luz febril apareciera en sus ojos. Tristán, tras encontrar el hechizo necesario en el libro arcano, se comprometió a llevar a cabo el ritual. Pidió al grupo que convencieran a Armitage de movilizar a la milicia local, ya que estaba seguro de que David Lodge intentaría detenerlos. También les pidió dos cabras para sacrificarlas en honor a Shub-niggurath y que se reunieran con él en la colina del ahorcado.

El grupo se separó para tratar de cumplir con las tareas lo antes posible. La primera fue más sencilla de lo esperado, pues Armitage resultó más abierto de mente de lo que se temían. Además, se les ocurrió que se podía movilizar a la milicia dando la alarma de un supuesto ataque francés. La treta funcionó a las mil maravillas. Tampoco fue un problema hacerse con las cabras. Apenas una hora después, el grupo se reunía al completo en la cima. Allí, Tristán casi había terminado el ritual.

Pronto comprobaron que la advertencia del hechicero no había sido en vano. La milicia, parapetada bajo la colina y al otro lado de un brazo del Miskatonic, abrió fuego contra unos supuestos "franceses" que el grupo identificó como gules. Por si fuera poco, unos profundos aparecieron por otro punto, tratando de escalar la colina. Por suerte, nuestros jugadores habían contemplado esa posibilidad y habían preparado algunas defensas. Todo ello permitió que el ritual se completase. Tristán pidió dos armas para untarlas con la sangre de los sacrificios e hizo sonar una flauta terriblemente desafinada. Una sombra informe acudió a la llamada, mientras el corazón de Kaza latía con energía arcana. Tristán los urgió a entrar en la sombra y les dijo que debían arrojar el corazón de Kaza al volcán al que los iba a transportar.

Lo siguiente que vieron fue el pico que en otro tiempo sustentaba la fortaleza de los sectarios, ahora convertido en la boca principal del volcán. David Lodge, convertido en una horrible criatura agusanada y asistido por tres cuerpos toscamente momificados, llevaba a cabo el ritual para levantar a Ghatanothoa. Sin perder tiempo, la mayor parte del grupo se lanzó al combate, mientras Heather maniobró tratando de llegar hasta la boca del volcán para arrojar el corazón de Kaza. El propio Lodge, fuera de sí y lleno de rabia, trató de detenerlos, abandonando por unos instantes la ejecución del ritual.


 

Hendrik y Edward se llevaron la peor parte, cayendo en combate contra los cuerpos momificados. Chogan sirvió de escudo para Heather ante David Lodge, aunque, por suerte, recibió ayuda de James. Sin embargo, la situación era desesperada, pues si las momias los cercaban, todo estaría perdido. Fue en ese momento cuando Heather logró escabullirse del combate y lanzar el corazón de Kaza al volcán. El aullido de David Lodge quedó ensordecido por la terrible explosión del interior de la montaña. Miles de hebras salieron despedidas de la gema y se hundieron poderosamente en las profundidades del volcán, creando una firme cubierta que recibió una miriada de grandes rocas desprendidas desde los laterales de la chimenea volcánica. En apenas unos segundos, el volcán quedó sepultado y apagado. Las momias se convirtieron en polvo no mucho después y las extrañas nubes se abrieron a una noche clara y estrellada.

David Lodge, sin sus ayudantes, cayó poco después ante el ímpetu vengador de James y Chogan. Todo había acabado. El grupo vendó sus heridas y curaron a Edward y Hendrick. Sin bajas que lamentar, nuestros aventureros admiraron el paisaje que se abría ante ellos, ahora algo más benévolo y agradecido, si bien, nadie les evitaría un largo camino de vuelta a Arkham.  


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