viernes, 25 de diciembre de 2020

Los Valientes de Volkas 58 y 59

Los Valientes de Volkas habían detenido (o al menos retrasado) la alianza entre los ogros hechiceros y los gigantes de la escarcha. Sin embargo no habían podido avanzar mucho en el misterio de quién estaba detrás de estas extrañas alianzas.

Hacia las profundidades de la tierra

Por suerte Mordenkainen había tenido algo más de éxito estudiando el porta-royos obtenido en la fortaleza de los gigantes de las colinas. Ahora no había duda de que era de manufactura élfica, y además como sugiriera en su momento el propio grupo, de manufactura Drow, los temibles elfos oscuros del inframundo. Mordenkainen había consultado ciertas fuentes que no reveló hasta obtener también un nombre: Eclavdra


Los Drow pertenecían al reino de las leyendas y nuestros aventureros sabían bien poco de ellos; una terrible etnia élfica castigada a vivir bajo tierra, renegando y odiando por igual de todo lo que permanece en la superficie. Esclavistas degenerados que habían adoptado por patrona a Lolth, la terrible demonio-araña.

Mordenkainen había obtenido también un mapa de la ruta por el inframundo que podía seguirse desde un punto enclavado en una zona bastante inaccesible de las montañas cristalinas. Sin duda el archimago disfrutaba de contactos muy interesantes, si bien el grupo se abstuvo de preguntar. ¿Qué podía llevar a aquellas criaturas a inmiscuirse de esa manera en los asuntos de la superficie? El gran duque de Geoff deseaba saberlo, prometiendo a Mordenkainen una baronía para quien pudiera averiguarlo. No hizo falta mucho más para que los Valientes de Volkas se lanzaran de nuevo a la aventura.

Un mapa increíble a cargo del blog Exalted Deeds

Unas horas después, nuestros aventureros se adentraban en las profundidades de la tierra dejando atrás una rugiente tormenta de nieve. Según descendían más y más, se fueron percatando de que estaban accediendo a un nuevo mundo, un mundo alienígena con sus propias leyes. Iluminados por líquenes y musgo fosforescente se había ante ellos un sin fin de corredores, grietas, oquedades y posibles pasajes, desde los que les llegaban ecos de una vida desconocida.


Estudiando el mapa con atención, nuestros aventureros creyeron dar con el punto de inicio de la ruta, aunque las indicaciones del mapa estaban escritas en un lenguaje ininteligible. El camino hacia el noroeste aparecía trufado de una especie de puntos de interés especialmente marcados, y lo único que podían inferir es que el último punto debía llevarles hasta Elcavdra y los drow.

Pronto podrían averiguar algo más, pues el primero de esos puntos de control no andaba muy lejos. El grupo se puso en camino bajo un manto de invisibilidad hasta llegar a un lugar gobernado por la oscuridad más absoluta. Cenizas advirtió a su portador de que delante habían "muchas criaturas" que no sabía identificar. Sin saber si se enfrentaban a una oscuridad mágica,  nuestros aventureros pergeñaron un plan para averiguarlo.

Los Valientes de Volkas lanzaron luz mágica y cancelaron la oscuridad, un brillo intenso dominó por unos instantes para apagarse a continuación, dejando aquél tramo de cuevas iluminado por la luz fosforescente habitual. Un nutrido grupo de elfos oscuros habían quedado al descubierto, aún sorprendidos por la explosión de luz. El grupo se movió sin perder ni un segundo. Volkas comenzó a conjurar bolas de fuego por doquier, mientras Mylon protegía un flanco, y Delar y sir Ushen se lanzaban al combate. Cenizas y Vengadora tuvieron su oportunidad de abatir a varios contendientes, mientas Delar activaba la Llave de Istus y hacía lo propio. Los drow parecían agruparse en dos columnas, una formada por una casta de guerreros masculinos y la otra por sacerdotisas femeninas. Estás últimas pusieron en algún apuro a Volkas, pero al final el grupo se sobrepuso y acabó con todos sus enemigos. Sin embargo el coste en recursos había sido alto.

Tras ocultar rápidamente los cuerpos, el grupo encontró un gran distribuidor con varios caminos. De momento todo encajaba con lo mostrado por el mapa. Si se habían topado con un punto de guardia, era posible que los otros puntos marcados también lo fueran, por lo que se decidieron por un camino auxiliar que según el mapa les permitiría bordear el siguiente.

Avanzaron varias horas más sin problemas, hasta que unos ruidos les pusieron en guardia. Una vez más invisibles, nuestros aventureros avanzaron hasta descubrir a un extraño grupo conversando en pleno corredor. Tres de esas criaturas parecían algún tipo de cambiaformas ratuno mientras que las restantes dos tenían unos gruesos tentáculos por labios, y además parecían no necesitar emitir ruidos para hablar. Volver por donde habían venido no era una opción, así que no quedaba otra que lanzarse a un nuevo combate, en especial porque los hombres-rata parecían haberlos olido y ahora escudriñaban su posición con interés.

El combate se desató de forma explosiva y apenas duró unos pocos minutos. Pese a enfrentarse a menos enemigos, nuestros aventureros llegaban mermados de recursos, y algún tipo de ataque mental dio con Volkas en el suelo, haciendo que sangrara por nariz y oídos. Por suerte los hombres-rata no fueron un gran problema, abatidos a base de fuego, pero los temibles hombres tentaculados serían otro cantar. El último de ellos caería mientras abrazaba la cabeza de sir Ushen a saber con qué aviesas intenciones.


Agotados por completo, el grupo decidió descansar y recuperar fuerzas, usando una vez más el conjuro Truco de la cuerda, lo que les permitió acampar con cierta seguridad hasta el día siguiente, si bien era difícil establecer el paso del tiempo en aquella realidad inmutable.

Convencidos de haber dejado atrás el segundo de los puntos marcados en el mapa, el grupo creyó haber avanzado hasta el tercero. Cenizas los alertó una vez más de que percibía la presencia de muchas criaturas. Los Valientes de Volkas pusieron una vez más en marcha su estratagema de avanzar cubiertos por la invisibilidad, que volvió demostrarse crucial. El grupo se adentró en una especie de complejo de cuevas donde no pararon de descubrir un gran número de criaturas. Por un lado había un numeroso contingente de elfos oscuros y osgos, por el otro también descubrieron la presencia de varios trols y de un nutrido grupo de hombres-lagarto.

Lo más preocupante es que también había un gran número de humanos, claramente prisioneros que los elfos drow estaban vendiendo a los hombres-lagarto. Sin embargo el número de enemigos era tan grande que era imposible pensar en un ataque frontal. Para consternación de Vengadora, el filo de la Ley a cargo de sir Ushen, la transacción se llevó a cabo y los sauriones se marcharon hacia el norte con su terrible carga.

Pero los problemas no habían acabado para los Valientes de Volkas, seguían estando en el interior de una zona repleta de enemigos, así que para poder pensar en cualquier tipo de rescate, primero tendrían que salir de allí con vida...

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