sábado, 17 de septiembre de 2016

Diario de Campaña: Sesión 18 (En la Boca del Lobo)

Las Ruinas de Falcongrís (eventos anteriores aquí)


Después de las ganancias de su última expedición, nuestro grupo de aventureros conversaba tranquilamente sobre sus siguientes pasos en una mesa del Dragón Plateado. Eri el Alquimista les había ofrecido hasta 25 mo por un frasco lleno de un polvo negro llamado pólvora. En la ruinas habían dejado nada más y nada menos que 12 barriles de esa sustancia, así que parecía que aun podrían sacar más rédito de su primera incursión en las ruinas de Falcongrís. El problema era a quién venderle semejante mercancía. Tras meditarlo durante un rato el grupo llegó a la conclusión de que lo mejor sería vendérselo a la guarnición de la ciudad, pero como no tenían contactos en la cúpula de la guardia quizás pudieran usar a Eri como intermediario.

Ya tenían su plan de acción acordado cuando otro grupo de cuatro aventureros se presentó en la posada preguntando por "Los valientes de Volkas". El grupo en concreto se hacía llamar "Los valientes de Reuxes" (no hay mucha inventiva en el mundo del aventurero). Una guerrero llamada Nirwed Caledonan parecía encabezar el grupo. Tras presentar al resto de sus acompañantes pidió permiso para sentarse con nuestros aventureros. Por lo visto el éxito del grupo había corrido como la pólvora por la ciudad. El grupo de Nirwed también había estado explorando las ruinas en los últimos tiempos, y quería conversar con el grupo con la esperanza de poder intercambiar algo de información valiosa. Y ya de paso conocer de primera mano a su nueva competencia, claro. Volkas y los suyos no estaban por la labor de revelar nada, e incluso parecieron algo confundidos cuando Nirwed les pidió que por lo menos le revelaran si habían usado la puerta de los enanos o la de los elfos. Viendo que no había nada que rascar, Nirwed se despidió del grupo y éste se marcho a descansar.

A la mañana siguiente nuestros aventureros acordaron con Eri un precio total de 1.500 mo por los 12 barriles llenos de pólvora. Para el transporte compraron un carromato y una segunda mula que unir a Juancarlitros. También contrataron a dos mozos para ayudarles con la carga: Doxon y Pavis.

El viaje hasta las ruinas transcurrió sin problemas. Sin embargo, antes de llegar al cañón dejaron el carromato al cuidado de los mozos y continuaron solo con las mulas. El interior de las ruinas parecía estar en el mismo estado en el que las dejaran unos días atrás. Decidieron montar el campamento en la torre sin techo de la zona este y se internaron en el edificio que contenía los barriles. Los cuerpos de los humanos muertos aun estaban en el lugar, aunque presentaban señales de haber sido mordisqueados por algún tipo de animal. Sin dilatarse mucho procedieron a organizar una cadena para transportar los barriles hasta la torre, dejando a Cedrick de guardia en la puerta del edificio y a Gromm en la zona de los barriles.

Gromm vigilaba en concreto un largo pasillo que servía en la antigüedad como puesto para los arqueros. Para ver mejor había prendido y arrojado delante suya una antorcha, aunque lo primero que percibió fue un fuerte aleteo. Entonces dos grandes insectos aparecieron volando por el corredor y se le echaron encima. Jidra y Gromm se batieron el cobre a base de bien reconociendo a sus enemigos como estirges. Y aunque les pusieron en algún apuro la alabarda de Gromm terminó por imponerse.


Ya con los barriles en sus manos y con el encuentro contra las estirges bien fresco, nuestros aventureros decidieron utilizar la puerta secreta de la torre para acceder a la zona exterior de las murallas y descender por un angosto camino hasta la base del cañón. Ya era de noche, pero el grupo decidió descender igualmente sin usar fuentes de luz aunque avanzando con mucha precaución. Lamentablemente su nueva mula resbaló durante la bajada y dio con sus huesos en el fondo del cañón. Se había perdido uno de los barriles.

No hubo que lamentar más desgracias y pudieron llegar hasta Falcongrís justo antes de que cayera una fuerte nevada. En la puerta de carga, en la zona de los muelles, entregaron la documentación que les había proporcionado Eri como "importador" de la mercancía. Junto a un recaudador se les permitió llegar hasta la tienda de Eri y cerraron la transacción, ganando al final 1200 monedas de oro.

Mientras el resto del grupo descansaba, Brandon y Gromm decidieron correrse una buena juerga. En este caso se dirigieron a la ciudad vieja (conocida como el barrio de los ladrones) donde podrían encontrar alcohol barato, juego y sobretodo compañía femenina. Con 40 monedas de oro se pasaron toda la noche de fiesta en Las Manos Sedosas. Ya por la mañana, agotados y exudando alcohol no pudieron hacer nada cuando seis hombres entraron en la habitación y los sujetaron contra la pared. Entonces un séptimo hombre entró y se presentó como Maven Manoroja. Según les dijo, los cuatro cofres que los aventureros habían recuperado de Falcongrís le pertenecían y quería su dinero de vuelta: 1.000 mo. Gromm y Brandon dijeron que no sabían de que les hablaba y Maven les dijo que era un tipo razonable pero que no estaba para tonterías. Lamentablemente Gromm y Brandon siguieron aparentando que no sabían de que les hablaba y Maven amenazó con amputar cierta extremidad de Gromm. Ni por esas, Gromm decidió seguir sin decir nada para terminar desangrándose sobre el suelo cuando Maven cumplió su amenaza. Si Maven esperaba que eso hiciera cambiar de parecer a Brandon estaba muy equivocado, más bien al contrario, así que el día terminó con los cuerpos de los dos guerreros flotando en el río.

Al segundo día de la desaparición de Gromm y de Brandon, el resto del grupo comenzó a buscarlos por la ciudad. Se dirigieron a la zona vieja sabiendo que había tres o cuatro locales famosos que probablemente habían sido el destino de sus compañeros. Nada más traspasar la puerta negra se vieron rodeados por un nutrido grupo de pedigüeños. Uno de los niños dijo haber visto a los desaparecidos y guió al grupo hasta un local. Pero en el último momento Volkas, Jidra y Cedrick desconfiaron del muchacho y no entraron. Fue mientras visitaban La Serpiente Plateada que se encontraron con Maven, que guiado por el muchacho de antes se acercó con sus hombres al grupo. Así se enteraron de la suerte que habían corrido Brandon y Gromm. El grupo no quería hablar con Maven en su territorio y lo condujeron hasta el barrio de los extranjeros. Por lo visto Maven conocía muy bien donde se hospedaban y reconoció además ser miembro del gremio de ladrones. Por lo visto los cofres pertenecían al gremio y no había sitio en la ciudad donde nuestros aventureros pudieran esconderse de tal organización. Aunque como Maven era un hombre "razonable" estaba dispuesto a reducir la deuda a 800 mo para compensar la muerte de los dos guerreros. Una vez dicho esto, Maven dejó al grupo para que meditase cual sería su siguiente paso ...


Comentarios del Árbitro


Tengo que reconocer que el primer encuentro con Maven se me fue de las manos. La escena con el grupo de Nirwed podría haber puesto sobre aviso a los jugadores, pero era muy difícil que las cosas se desarrollaran en la dirección requerida. Cosas de jugar a altas horas de la noche supongo. Con varios días para pensarlo se me ocurren mejores formas de haber desarrollado la escena en el burdel sin necesidad de matar a los dos jugadores implicados. Lamentablemente no se me ocurrieron en el momento y los acontecimientos se desarrollaron como me pareció más plausible. No queda otra que aprender la lección para la próxima vez.




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