lunes, 25 de abril de 2022

Leyendas de Arkham 9

Nuestros aventureros van conociendo, poco a poco, las miserias que esconde Kingsport. Quien diría que ese pequeño asentamiento costero tendría tanto que esconder. Sin duda, el nuevo mundo es un lugar lleno de secretos. Falta por dilucidar si sacar a la luz tales secretos no deparará algún horrible destino a nuestros jugadores.

Misterios dentro de misterios

No queriendo dar respiro a los hermanos Lodge, el grupo se dirigió hacia su casa en compañía de los voluntarios de la milicia local. Su sorpresa fue mayúscula cuando el esclavo de la casa les relató que sus señores habían abandonado el lugar apenas dos días antes. En principio, habían partido para negociar un acuerdo con un nuevo proveedor de madera.

Nuestros aventureros no acabaron de creerse que el esclavo no estuviera al tanto de los asuntos turbios de los Lodge, así que lo pusieron bajo la custodia de la milicia mientras registraban la casa. No les llevó mucho conjeturar que los dos hermanos habían abandonado la hacienda con poca idea de volver. Un cofre para almacenar libros vacíos, armarios sin ropa y muchas otras señales así lo atestiguaban. Por si eso fuera poco, el grupo descubrió un viejo retrato de David Lodge que muy bien podía fecharse a finales de 1500 ¡cien años antes! También dieron con ciertas correspondencia enviada por un tal Victor Mordenheim.

Estimado señor Lodge:

Me siento abrumado por sus atenciones. Yo solo seguí el consejo de nuestro amigo en común, que me comentó el problema por el que pasaba un colega de estudios. El mundo no avanzaría si no fuera por el compromiso de hombres como nosotros. De hecho, soy yo quien le guarda un eterno agradecimiento por sus contribuciones a mis investigaciones, sin las cuales, no habría avanzado hasta el punto en el que ahora me hallo.
Le reconozco que su ofrecimiento llega en un momento inmejorable, pues estoy muy cerca de lograr mi objetivo, pero el ambiente aquí se está tornando peligroso. Viajaré bajo el seudónimo de Huldah White. Únicamente espero que no me delate mi acento germánico.

Siempre suyo,
Victor Mordenheim,
Mayo de 1691

Pero la gran sorpresa vino al explorar la bodega, cuando descubrieron una sala oculta tras unos grandes toneles y fueron asaltados por un numeroso grupo de cadáveres animados. Heather quedó aturdida por el encuentro, al creer reconocer a su hermano entre uno de aquellos cuerpos antinaturales. Sin embargo, supo recuperarse para, en compañía de sus camaradas, prender fuego a aquel lugar de pesadilla. El fuego purificador borró aquella blasfemia de la tierra.


 

Poco después ponían al corriente a Pickman, Holms y al hermano Miguel. Quedaba una pequeña pista que pasaba por interrogar al doctor White, así que se retiraron a descansar y, a primera hora de la mañana siguiente, partieron hacia su hacienda.

No les costó mucho dar con la colina, extrañamente sumida en una densa niebla. Lamentablemente, el doctor White también parecía haber abandonado el lugar. Sin embargo, en el caso del doctor todo parecía haber sido más precipitado. Una vez más, fue el sótano el lugar que les deparó más sorpresas. Allí dieron con Diana Oldman, una joven asistenta desaparecida unos días antes. Según su relato, el doctor vivía con el cuerpo destrozado de su mujer, experimentando en aquel sótano con la intención de devolverle la salud perdida. Encontraron también un extraño libro llamado Vermis Mysteriis y algunas cartas firmadas por David Lodge.

Carta 1

Estimado señor Mordenheim:

Me alegra sobremanera que haya aceptado mi invitación para instalarse en Kingsport. Le aseguro que en este emplazamiento podrá continuar con sus investigaciones sin los cortapisas de la moral trasnochada del viejo continente.
Prepararé todo para su llegada. Es lo mínimo que podría hacer por alguien como usted, después de su generosa contribución a mi personal búsqueda.

Un saludo,
David Lodge
Abril de 1691
 
Carta 2

Estimado señor White:

Me complace informarle de que adquirí una mansión a las afueras de Kingport con parte de su última contribución a la causa. En cuando se haya instalado, le presentaré a tres hombres que seguro le resultarán harto útiles, pues son inmejorables proveyendo del material que nuestras investigaciones requieren.
Seguro que también le alegra saber que he avanzado en mi búsqueda particular. Todo parece indicar que mi codiciado objeto pasó a manos de tribus locales hace algunos años. Temo, sin embargo, que las guerras del rey Felipe hayan emborronado la pista.

Reciba mi más cordial saludo,
David Lodge
Junio 1691
Ya no había duda de que el buen doctor White era en realidad un tal Victor Mordenheim. Con todo, aquello no hacía sino incrementar la frustración del grupo, que deseaba poner sus manos sobre cualquiera de aquellos canallas para ajustarles las cuentas por sus temibles acciones.

Solo quedaba una opción, que los hermanos Lodge no hubieran ido muy lejos y estuvieran ocultos en el templo de Ghatanothoa. Mientras Pickman partía para intentar obtener algo de información sobre los cuerpos etiquetados de dicho templo, nuestro aguerrido grupo discutía el plan para saltar el lugar...

domingo, 3 de abril de 2022

Leyendas de Arkham 8

En nuestra última sesión, dejamos a dos de nuestros aventureros a punto de descubrir quién estaba robando cadáveres del cementerio de Kingsport. Veamos si fueron capaces de averiguarlo sin dejarse la piel en ello.

La oscuridad que se cierne sobre nosotros

Edward y Heather permanecieron en silencio, con sus cuerpos pegados al techo del mausoleo. Gracias a la luz de la luna vieron sin problemas a tres individuos que, equipados con palas, procedieron a extraer los cuerpos del vigilante y preso muertos en el asalto a la prisión. Enseguida los identificaron como los tres nativos con los que se encontraron a las afueras de Kingsport, cerca de la mansión del doctor White.

A la mañana siguiente, ya reunido todo el grupo, rastrearon el lugar y dieron con el rastro de una pequeña carretilla que se dirigía hacia el norte antes de girar hacia el oeste. Todas las piezas parecían encajar y llevarles hacia la hacienda White. Quizás pudieran preparar algún tipo de celada simulando otro enterramiento. En cualquier caso, probablemente los nativos no aparecerían dos noches seguidas, así que contaban con algo de tiempo para prepararlo bien, y eso les dejaba libertada para ocuparse el otro asunto: el niño de los Scerri.

Nuestros aventureros se entrevistaron una vez más con Pickman y el hermano Miguel. Si los gules no les habían mentido, contaban con una semana de tregua para resolver el asunto de los cuerpos del cementerio. Mientras tanto, les habían revelado que algunos sectarios afines a los otros clanes de gules, frecuentaban un templo bajo tierra al norte del cementerio. Además de la ruta que ya probara el grupo, parecía existir otra entre varias cuevas naturales abiertas en un acantilado cercano, donde terminaba la zona de playas. El grupo no tardó en dar con dicha entrada. Un fino saliente que, a modo de camino, conducía desde el final de la playa hasta una apertura de buen tamaño.

Un aire cálido y seco los recibió nada más entrar. Un detalle peculiar al tratarse de una cueva cerca del mar. El grupo avanzó con cuidado durante una media hora aproximada, hasta plantarse ante un par de puertas de bronce de extraños gravados. Sin duda habían dado con el templo.

Nada más traspasar sus puertas, los aventureros se toparon con varias pilas de ropa cuidadosamente dispuestas en el suelo. La ropa era de varias épocas y algunas, claramente, muy antiguas. Sin tocarlas, siguieron explorando el complejo, localizando al poco una cámara donde varios cuerpos se alineaban perfectamente, cada uno de ellos identificado con una pequeña placa de madera coteniendo un nombre y ocupación. Ni el cuerpo del alguacil desaparecido ni los cuerpos robados la noche anterior estaban entre dichos cadáveres. En cualquier caso, lo mejor era no pensar demasiado en el destino que correrían aquellos cuerpos.

Acompañados de aquellos pensamientos oscuros, llegó nuestro grupo ante un nuevo par de puertas de bronce adornadas con ojos salientes y runas cambiantes. Algo sin duda impío y sobrenatural que puso sus nervios a prueba. Por si aquello fuera poco, una voz de ultratumba entonó unas palabras indescifrables: ¡Y'ai 'ng'ngah, Ghatanothoa h'ee-l'geb f'ai throdog uaaaah!

Suficiente para que nuestros aventureros se decidieran a continuar por otro camino diferente. Lo que de alguna forma fue una suerte, pues poco después encontraban un recinto con varias celdas y al pequeño de los Scerri en una de ellas. No les llevó mucho abrir la puerta comparado con convencer al menor de que eran sus amigos. Heather se encargó de tranquilizarlo y averiguar, de paso, que uno de los sectarios que lo tenían preso se caracterizaba por una horrible cicatriz en su cara. El grupo intercambió miradas al reconocer en la descripción al hermano de David Lodge.

Ya de vuelta en Kingsport, el grupo dejó a Thomas Scerri al cuidado del hermano Miguel, al que revelaron la implicación de los Lodge. Sin duda, era hora de hacerles una nueva visita acompañados por la milicia de la ciudad...