domingo, 7 de marzo de 2021

Los Valientes de Volkas 66

Tras ver como Jirmelle, la seguidora de Graz'zt, llegaba a la hacienda Eiserv, los Valientes de Volkas tenían que actuar rápido si querían saber algo más de lo que se estaba cociendo en la gran bóveda drow.

Alas demoniacas

A esas alturas no era descabellado pensar que Jirmelle se estuviera entrevistando con la mismísima Eclavdra. Lo que allí se dijese bien podía aportar suficiente información para detener las invasiones de los gigantes en la superficie. Mylon tenía recursos mágicos para observar dicha entrevista, aunque eran muy arriesgados. Tras meditarlo unos instantes, todos estuvieron de acuerdo en intentarlo. Apelando a la gracia de Pelor, Mylon lanzó su Escudriñamiento... y falló. Jirmelle se dio cuenta en ese mismo instante de lo que ocurría y la posición de nuestros aventureros quedó claramente al descubierto. Tocaba poner pies en polvorosa.

Volkas lanzó su Volar, que junto a Invisibilidad debía permitir al grupo escapar de la parte alta de la bóveda. Pero para consternación del grupo, tres horribles demonios alzaron el vuelo desde la hacienda. Ya los habían visto con anterioridad, cuerpos bulbosos con alas correosas y cabezas parecidas a las de los buitres. Lo peor era que parecían ser capaces de verles a través de la invisibilidad. Se iniciaba así una carrera por escapar de aquellos seres.

Sabiendo que era cuestión de tiempo, los Valientes de Volkas volaron hacia uno de aquellos bosques de grandes setas para preparar el encuentro. Las criaturas llegaron al poco, pisándoles los talones. Mylon recibió a uno de ellos con su Destierro. Mientras Ushan y Delar se lanzaban al combate.  Aquellas criaturas eran en verdad temibles: lanzaban esporas venosas, eran inmunes al fuego de Cenizas y no parecían capaces de sentir ningún miedo. Solo Vengadora, la espada de la ley de ser Ushan, parecía disfrutar con la situación. Pero nuestros aventureros no habían hecho todo aquel camino para caer ahora ante aquellas criaturas. La espada de ser Ushan y el acero de Delar acabaron por imponerse, no sin la inestimable ayuda de la magia de Volkas y de Mylon.

Lo Valientes de Volkas se enfrentan a los Vrok.

Bien sabían que lo peor no había pasado. De hecho Mylon probó nuevamente a espiar a sus enemigos, solo para percatarse de que Jirmelle se preparaba para hacer lo propio. Intentaron sacar provecho de la situación, indicando a las claras que su plan era salir de aquel lugar maldito lo antes posible. Después dispersaron toda la magia en la zona y se refugiaron en un semiplano creado por el Truco de la cuerda. Ningún Escudriñamiento los encontraría allí.

Era hora de planificar con cuidado su siguiente paso. Sabían que la situación en la ciudad era como un polvorín, con dos bandos claramente enfrentados. Quizás pudieran aprovecharlo a su favor si conseguían hablar con la casa Despana. Mylon probó a conversar mágicamente con Mordenkainen, que los animó a que intentarán explorar aquella posibilidad por remota que fuese. Bastante contrariados por la respuesta del archimago, el grupo contactó a continuación con el ilícido, quizás él pudiera pasarles un mensaje a los Despana. Y al menos en esta ocasión no fue un completo fracaso. Ya que Oolachrithon les reveló que Jenie, una de las mozas del Hongo Coronado, trabaja como espía para ellos.

A la mañana siguiente, los Valientes de Volkas se entrevistaban con una enviada de los Despana en una de las haciendas que salpicaban la parte baja de la bóveda de los drow. Los Despana estaban más que a favor de que un grupo de aventureros del exterior tratasen de eliminar a Eclavdra. Una familia drow jamás se enfrentaría abiertamente a otra, pero un asesinato perpetrado por extranjeros era otro cantar... Los Despana les proporcionarían ayuda mágica para que pudieran adoptar la forma de unos guardias de los Eiserv, e incluso les proporcionarían un arma especialmente pensada para la matriarca díscola. Eso sí, tendrían que hacer correr el rumor de que el arma había sido robada del templo de Lolth. Ya se sabe, cosas de los drow. También se ofrecían a proporcionar una forma de abandonar la infraoscuridad tras realizar el encargo.

Nuestros aventureros pidieron una horas para poder pensarlo, estaba claro que si seguían adelante se meterían en la boca del lobo, pero quién dijo que la vida del aventurero era fácil...

 

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