martes, 14 de diciembre de 2021

Rolparty 2021

Tras un par de años de lo más raros debido a esta pandemia que nos ha afectado, parece que por fin podemos ir recuperando nuestra vida anterior. En el ámbito lúdico, no podría haber mejor forma de hacerlo que a través de nuestra quedada anual, la Rolparty. No deja de ser un encuentro entre viejos amigos para pasar un fin de semana juntos, pero según avanza la vida y esta nos lleva dando bandazos de un lado para otro, estas pequeñas reuniones se convierten en un lujo y no queda otra que regocijarse de que la tradición siga viva. 

En esta ocasión la cita tuvo lugar el fin de semana del 11 y 12 de diciembre. Como en las citas anteriores, no faltaron buenas partidas, mucha comida (menos que en otras ocasiones, aunque sigue siendo demasiada) y muchas risas (lo mejor). Vamos con los detalles.

Un pequeño obsequio de nuestro artesano particular

El lugar

 
Ya que la situación sigue siendo complicada y no anima a experimentos de última hora, volvimos a seleccionar el emplazamiento ya habitual en las cercanías del Mondúver. Lamentablemente, pudimos constatar que la excelente mesa de otros años ha sido sustituida por otra, también conveniente, pero algo más estrecha ¡qué pena!

Los asistentes y la llegada: las primeras horas.

 
En esta ocasión acudimos a la llamada siete valientes (LS, RS, PS, VF, VA, JC y JG). Por delante, una dura prueba de partidas roleras y buena comida que solo un grupo de aventureros como el nuestro podía acometer con garantías. El viernes fuimos llegando al lugar dónde nuestra avanzadilla de exploradores (LS y VF) ya tenía la chimenea en funcionamiento.
 
La moral estaba alta y, aunque todos sabíamos que sería una prueba dura, confiábamos en poder superarla sin bajas importantes. Sin embargo, pronto caímos en la primera de las trampas, y un conjuro de risa incontenible afectó al grupo, causando los primeros dolores faciales.


Algo ligerito para empezar bien el fin de semana

Las partidas


1. El Señor de los Anillos - MERP (viernes noche)

Uno de los juegos icónicos para nuestro grupo. En esta ocasión con una aventura centrada en la segunda edad, nada más y nada menos que durante la caída de Gondolín. Pocas veces hemos tenido oportunidad (no digo ya combatir contra) un Balrog. Ya iba siendo hora de remediarlo, en este caso gracias a nuestro miembro más montañero (VF). Una gran partida, sin duda. 


2. Gaslands (sábado por la mañana)

Tras una noche en la que nos visitaron no pocos dragones y sonidos de lluvia virtual, amanecimos listos para seguir incrementando la germanor entre el grupo. Esperamos a que los dos valientes más madrugadores volvieran de su salida matinal a la montaña (VF y PS) recuperando fuerzas con un copioso almuerzo, pues sabíamos que nos haría falta para darle duro a Gaslands (y cuando digo duro a Gaslands, quiero decir darle duro a JC).
 
Una dura competición entre estas vistas...

...y estas otras.
 
Gaslands es uno de esos juegos capaces de sacar lo mejor de cada uno, solo superado por otros grandes como Munchkin o Diplomacy. Hubo de todo, traiciones, acusaciones de trampas, peticiones de "ojo de águila", etc.
El esfuerzo de la carrera nos dejó agotados (igual es una exageración). Por suerte, recurrimos a nuestro conjuro de invocación de arroz al horno y apareció ante nosotros un excelente ejemplar que tuvimos que acometer con la profesionalidad que solo confiere la experiencia acumulada en Rolpartys anteriores.

3. Symbaroum (sábado tarde/noche)

El sábado por la tarde tomó el relevo en la dirección JC. Venía ya con ganas de la partida de Gaslands y no defraudó. Utilizó su terrible maldición de "Dados de Roll20" sobre mi y obtuve durante toda la partida las peores tiradas que recuerdo en mucho tiempo. Por lo demás, la partida fue excelente y nos permitió conocer un juego nuevo. 
 
El sistema consiste en sacar cuanto menos, mejor

Vista mi mala suerte, tuve que hacer un apropiado sacrificio a la diosa fortuna en forma de torrá que obtivimos de los seres feéricos del lugar. Huelga decir que el sacrificio no tuvo el éxito buscado y mi mala suerte continuó hasta terminar la partida. Supongo que el error fue comernos la ofrenda en vez de dejársela allí.


4. Walküre (domingo por la mañana)

Y así llegamos al domingo, a la última de las partidas. Preparé para esta ocasión una aventura enmarcada en la segunda guerra mundial, nada más y nada menos que en el asalto a Brecourt Manor. Cualquier aficionado a la serie Hermanos de Sangre sabrá reconocer el episodio. Fue todo un reto, pues era la primera vez que dirigía algo de esa temática y con ese reglamento. Quiero creer que el resultado fue bueno.

Clausura

 
Y así llegamos una vez más a la clausura de nuestra quedada anual. A eso de las 3 PM recogimos y emprendimos la vuelta a casa. La prueba había sido dura, pero la habíamos superado. Eso solo nos hizo envalentonarnos y prometer que acudiríamos a la siguiente cita prestos para enfrentarnos a nuevos peligros, eso sí, reduciendo el volumen de viandas.
 







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