Termina el verano y toca ir limpiando las telarañas del blog. Para comenzar, nada como subir una de las últimas partidas jugadas, cuyo resumen pensaba que ya había subido en su momento, y que obviamente no fue así. Continuamos por tanto con las andanzas de los Vengadores de Boccob.
Los pilares de la tierra
Tras explorar el pequeño mausoleo sin obtener nada de valor, nuestros aventureros se dirigieron hacia el oeste. Así llegaron hasta un gran pasillo con el suelo marcado con extraños triangulos de alabastro negro. El grupo no iba a dejar que unas piedras dirigieran sus pasos, así que tomaron directamente la dirección opuesta a la marcada por esa especie de flechas.
El pasillo parecía discurrir alrededor de algún tipo de sala central, con algún que otro pasillo auxiliar que se alejaba de la zona. Siguiendo uno de esos pasillos, los Vengadores llegaron hasta una sala totalmente calcinada. Sin duda fue una biblioteca en otro tiempo. Tomos y tomos arruinados se amontonaban en el suelo. Pese a que los revisaron con atención, nada útil parecía poder salvarse, así que algo frustrados, terminaron por volver al pasillo principal.
Un poco después dieron con unas anchas escaleras que descendían, pero no deseando abandonar posibles enemigos a sus espaldas, las ignoraron por el momento y siguieron con su exploración del nivel actual. Así llegaron hasta un nuevo tramo con los mismos triangulos marcados en el suelo, esta vez, apuntando en la dirección en la que se movían. Sin más remedio que seguir por donde andaban, accedieron a una gran sala con tierra en el suelo y una pirámide truncada en el centro. En su cúspide brillaba un caliz.
No habían llegado hasta la pirámide cuando el suelo tembló y cuatro enormes criaturas de roca y tierra se lanzaron contra ellos. Finan expulsó a una de esas criaturas de vuelta a su plano natal, mientras las otras tres alcanzaban el cuerpo a cuerpo. El combate fue encarnizado, y ninguno de nuestros aventureros consiguió escapar ileso. En algún momento incluso pareció que se habían topado con el enfrentamiento que no serían capaces de superar. Pero Boccob debía estar sonriéndoles ese día desde las alturas, y contra toda probabilidad, consiguieron dar la vuelta al combate y vencer a sus enemigos. Al terminar, y cuando el silencio volvió a reinar, Finan tuvo que emplearse a fondo para que el grupo pudiera recuperar parte de su fuerza y pudieran continuar con su incursión. Si alguien había oido el ruido del combate, muy probablemente no tardarían en tener compañía...
En breve más aventuras :)
ResponderEliminarY más ritmo, se notó que estábamos fríos :)
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