En nuestra última sesión el grupo sufrió su primera baja: la clérigo Luel. En su memoria decidieron adoptar el nombre de Los vengadores de Boccob en honor a la deidad reverenciada por su compañera.
Una dama en apuros
Nuestros aventureros llevaban descansando en Lagodiamante los últimos tres días. Pasado el primer momento de luto por la pérdida de su compañera, estaban más convencidos que nunca de continuar con sus aventuras. Rappan Athuk se había mostrado como un lugar extremadamente peligroso, así que decidieron buscar alguna otra misión en el pueblo que les permitiera recuperar algo de dinero. Con equipo nuevo y algo más de experiencia, quizás pudieran internarse de nuevo en esas ruinas malditas y recuperar los restos de la pobre clérigo.
Necesitarían ayuda, pues tenían claro que no llegarían muy lejos ahora que eran uno menos. En la posada se fijaron en un joven caballero, y tras hablar con él, todos estuvieron de acuerdo en aceptarlo como nuevo miembro del grupo. De esta forma Heahmund, un paladín seguidor de Heironeous, pasó a ser oficialmente uno de los miembros de los Vengadores de Boccob. Ahora solo tenían que ponerse en marcha y mostrar de lo que eran capaces.
Por suerte para ellos la ciudad estaba literalmente cubierta de carteles ofreciendo una buena recompensa por la captura de un bandido llamado Talhar. Por lo visto se trataba de un bandido local con una larga trayectoria, que en último acto de osadía se había atrevido a secuestrar a Jessel, la hija del Alcalde Mayor.
Los carteles incluían que se podía obtener más información del alguacil de Lagodiamante, pero nuestros aventureros decidieron ir directamente a la fuente, y tras preguntar por la casa del Alcalde Mayor se presentaron en su puerta. Por suerte para ellos los recibieron, y el propio dirigente los puso al día. Los bandidos habían entrado por la noche mientras la casa contaba con solo dos guardias vigilando el complejo. Se llevaron a la chica sin hacer ruido, y en el colmo de la desfachatez, dejaron una nota firmada por el propio Talhar:
Se entrevistaron con los dos guardias, que no parecían saber nada. Galiard incluso usó sus poderes divinos para convencer a uno de los guardias de que eran amigos de toda la vida. Pero siguieron sin obtener más información. Antes de abandonar el lugar, decidieron echar un vistazo a la habitación de Jessil. Markus subió al tejado del porche, desde el que se podía llegar hasta la ventana de la habitación. En la madera del techo descubrió señas de un gancho, que probablemente se usó para trepar con una cuerda.
Sin mucho más que hacer, decidieron que su siguiente paso sería entrevistarse con el alguacil. Aunque no estaba claro que si podrían sacar algo más en claro, por lo visto era considerado un borracho que nadie entendía muy bien como había sido elegido para el puesto...
Necesitarían ayuda, pues tenían claro que no llegarían muy lejos ahora que eran uno menos. En la posada se fijaron en un joven caballero, y tras hablar con él, todos estuvieron de acuerdo en aceptarlo como nuevo miembro del grupo. De esta forma Heahmund, un paladín seguidor de Heironeous, pasó a ser oficialmente uno de los miembros de los Vengadores de Boccob. Ahora solo tenían que ponerse en marcha y mostrar de lo que eran capaces.
Por suerte para ellos la ciudad estaba literalmente cubierta de carteles ofreciendo una buena recompensa por la captura de un bandido llamado Talhar. Por lo visto se trataba de un bandido local con una larga trayectoria, que en último acto de osadía se había atrevido a secuestrar a Jessel, la hija del Alcalde Mayor.
Los carteles incluían que se podía obtener más información del alguacil de Lagodiamante, pero nuestros aventureros decidieron ir directamente a la fuente, y tras preguntar por la casa del Alcalde Mayor se presentaron en su puerta. Por suerte para ellos los recibieron, y el propio dirigente los puso al día. Los bandidos habían entrado por la noche mientras la casa contaba con solo dos guardias vigilando el complejo. Se llevaron a la chica sin hacer ruido, y en el colmo de la desfachatez, dejaron una nota firmada por el propio Talhar:
"Jessil ya no te pertenece. Ahora es mía"
Se entrevistaron con los dos guardias, que no parecían saber nada. Galiard incluso usó sus poderes divinos para convencer a uno de los guardias de que eran amigos de toda la vida. Pero siguieron sin obtener más información. Antes de abandonar el lugar, decidieron echar un vistazo a la habitación de Jessil. Markus subió al tejado del porche, desde el que se podía llegar hasta la ventana de la habitación. En la madera del techo descubrió señas de un gancho, que probablemente se usó para trepar con una cuerda.
Sin mucho más que hacer, decidieron que su siguiente paso sería entrevistarse con el alguacil. Aunque no estaba claro que si podrían sacar algo más en claro, por lo visto era considerado un borracho que nadie entendía muy bien como había sido elegido para el puesto...