El desafío: Tu mejor crítico alrededor de los juegos de rol

El desafío de los 30 días: DIA 8

Tu mejor crítico alrededor de los juegos de rol

La respuesta a la pregunta de hoy se puede resumir como "estar en el sitio correcto en el momento adecuado". Tal y como comenté hace un par de días al hablar de mis inicios en el rol, mi grupo estable de juego se originó durante la división de otro mucho más grande. Creo que ha llegado la hora de explicar un poco más este asunto.

El quiz de la question fue que yo llegué el último a ese grupo y además ni siquiera jugué una sola partida. Sólo habia participado o dirigido alguna partida de relleno durante el verano, cuando todos nos dabamos cita en el centro de información juvenil del pueblo (CIJ) que por aquel entonces nos recibía con los brazos abiertos (¡qué tiempos!). Mi amigo Raúl habia conocido en el instituto a la mayoría de los jugadores del grupo y había sido invitado a participar en las partidas de los domingos cuando terminara el verano.

Yo iba de paquete. Desde hacia años nos juntabamos los sábados por la tarde para jugar a juegos de mesa y hacer nuestros primeros pinitos con juegos de rol, pero nos habiamos quedado sin grupo hacia muy poco. Raúl me invitó un poco de rebote asumiendo que los encuentros de verano justificaban mi presencia allí. Parece ser que algún otro miembro del grupo hizo lo propio y acabamos apareciendo un nutrido grupo de jugadores, y claro, aquello era inviable.

Total que el primer domingo que me presento para jugar nos reciben con la noticia de que somo mucha gente (verdad) y que algo habrá que hacer. Como era la última incorporación me apresuré a decir que obviamente yo me marchaba, a lo que se sumó Stonecraft y Raúl. También decidimos que nosotros jugaríamos los sábados por la tarde, y así añadiríamos al grupo a Vicente, otro amiguete del grupo (el gran asimilador). Así se formó una mesa estable que duró muchos años con esos integrantes como nucleo duro. Una mesa de directores y jugadores de mucho nivel (lo digo por los demás). Sin ese grupo me habría perdido momentos memorables y seguramente mi experiencia con el rol no habría sido ni tan intensa ni tan provechosa, por lo que creo que estar presente aquel domingo fue un crítico con todas las de la ley.